Como algunos ya sabéis mi ahijada perruna de
A Yenca aún le queda mucho camino que recorrer hasta que le vuelva la luz a los ojos. Tiene miedo a todo y a todos pero es una perra buena, pues a pesar de haberlo pasado tan mal, no intenta atacar. Solo intenta pasar desapercibida, hacerse pequeñita en un rincón.
Quiero intentar hacer algo por ella. Quier vivir su evolución y formar parte de ella. Como muchos otros casos de abandono y maltrato, estoy segura que, con paciencia y grandes dosis de cariño, Yenca se recuperará y podrá empezar a disfrutar de una nueva vida.
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