Hasta siempre, capitán

Domingo, 18 noviembre 2018, 02:01

Qué mejor manera que despedir al gran capitán franjivino que con un triunfo con bemoles. Una pena que Gurutz casi no pudo participar de forma activa de la victoria del Ciudad de Logroño contra el Kadetten (26-22) que deja la eliminatoria al rojo vivo, pero él es el primero en entender la situación y las dinámicas de juego. Hoy se despidió de nosotros el gran Gurutz Aginagalde. Lo hizo con esa sonrisa que es ya una marca registrada del portero irundarra ante un Palacio que se rindió al 12 tras el final. Un número que nadie más usará jamás y que ondeará en el cielo del Palacio junto al 17 de Garabaya.

Gurutz saluda al Palacio después de la victoria frente al Kadetten. Foto: Fernando Díaz

Miguel Velasco, al acabar el encuentro, en rueda de prensa reconoció que en la segunda parte estuvo a punto de dar minutos al irundarra, pero fue Gurutz quien le recomendó seguir con Sergey en pista. El último acto de servicio de un auténtico grande, un jugadorazo y una gran persona. Pero no estoy descubriendo nada nuevo. A partir de ahora, tendremos que aprender a vivir sin Gurutz, algo que no me acabo de imaginar. Fue él el primero en abrirme la puerta del vestuario cuando aterricé, ya hace casi nueve años, en el mundo del balonmano. Y el apoyo del capitán lo sentí hasta el final de su carrera. Y sé que son muchos los que opinan de la misma manera. Vendrán otros, pero ninguno como él.

Y creo que el equipo le dedicó esta noche un pedazo de triunfo contra un equipo durísimo, con auténticos jugadorazos como Gabor Csaszar, que marcó ocho goles, o los laterales Maros y Sesum. Ya habrá tiempo para analizar el partido porque esta noche era la de Gurutz, manteado por sus compañeros, dando una vuelta al ruedo en hombros de quien le sucederá en el puesto de capitán, un Miguel Sánchez-Migallón muy emocionado. Se nos va el 12, el portero, el compañero, el amigo. Y comienza su leyenda. Hasta siempre, querido capitán.