>

Blogs

Teri Sáenz

Chucherías y quincalla

Debate en juego

candy crush

El Debate sobre el estado de la Nación podría eliminarse del calendario político y el mundo seguiría girando a igual velocidad. La expectación que genera en la previa a la subida de sus señorías al atril del Congreso y después de que hayan concluido sus respectivas intervenciones resulta inversamente proporcional al contenido de sus palabras porque, entre otras cosas, sus discursos ya han sido pronunciados antes hasta el infinito. Sabiendo de antemano que las realidades que van a describirse desde la tribuna serán antagónicas porque cada cual pisa calles distintas o simplemente por cálculo electoral, el único aliciente mediático reside –como bien se encargan de explotar sus protagonistas y los contertulios afines– en ese titular redondo, aquel gesto estudiado, un tic de victoria, algún renuncio. Tan fútil es el resultado de sesiones maratonianas leyendo rígidos legajos que todo parece deber resumirse en quién ha ganado el debate. Como si la dialéctica fuera un ring donde en vez de contabilizarse los uppercuts del contrincante todo se midiese a golpe de los tuits generados desde las propias filas para ser replicados hasta superar los retuiteos del rival. Todo es tan anodino, las palabras tan huecas y los exégetas que interpretan el sentido último de sus líderes tan sobreactuados que a mí lo único que me interesa es la única verdad del debate. La épica, el arrebato, la improvisación. Saber si Celia Villalobos logró pasar de nivel en la partida de Candy Crush que jugó en el hemiciclo.


marzo 2015
MTWTFSS
      1
2345678
9101112131415
16171819202122
23242526272829
3031