El Festival de Música y Artes de Coachella Valley en California, Estados Unidos, punto de encuentro de estrellas mediáticas para escuchar rock alternativo, electrónica o hip hop entre otros estilos musicales
El viernes 13 dicen que es el día de la mala suerte para los americanos. Pues parece ser que de mala suerte nada de nada ya que la semana pasada se dio el pistoletazo de salida al Festival de Música y Artes de Coachella Valley, que se celebra como cada año en Indio, California (EEUU). Se trata de un festival de música que nació en 1999 y se ha convertido en uno de los más esperados por aficionados a los sonidos del rock alternativo, electrónica o hip hop entre otros. El Coachella congrega a numerosas estrellas no solo del ‘cuarto arte’, sino que también acuden actores o modelos muy conocidos. Son dos fines de semana intensos, del 13 al 15 y del 20 al 22 de mayo, con una programación muy extensa llena de artistas consolidados aunque también tienen su espacio los que no son tan comerciales. En su página web encontraréis más información: https://www.coachella.com/home/
Este año 2018, el indiscutible protagonismo se lo ha llevado Beyoncé, que se presentó ante 100.000 espectadores en un espectáculo de dos horas. Aparte de hacer historia siendo la primera mujer negra como cabeza de cartel del festival, reunió al grupo con el que se dio a conocer a finales de los años 90, las Destiny’s Child. El trío recordó algunos de sus éxitos como ‘Say my name’ o ‘Lose my breath’. Pero antes de este añorado encuentro, la diva del pop/soul estuvo arropada también sobre el escenario por su marido, Jay Z.
El primer fin de semana dio para mucho. Por el Empire Polo Club pasaron además David Byrne, HAIM, The War on Drugs o The Weeknd. Este último soltó alguna que otra lágrima al interpretar la canción ‘Call out my name’, dedicada a su exnovia Selena Gómez. El rapero Eminem también se quiso pasar por la fiesta y exhibió algunos de sus temas como ‘Stan’, ‘The Real Slim Shady’, ‘My Name Is…’ o ‘Lose Yourself’.
El toque latino lo puso el cantante Miguel, de padre mexicano y ganador de un premio Grammy en 2013 a la Mejor Canción R&B por ‘Adorn’. Al grito de: «¡Latinos, haced ruido!» invitó al escenario a la colombiana Kali Uchis y juntos interpretaron canciones como ‘Caramelo Duro’ o ‘Waves’.
Este festival fue creado hace casi veinte años con la idea de que gente con pocos recursos disfrutasen reunidos al son de música alternativa, como si de una comuna hippie se tratase. Lejos de aquello, actualmente tiene más tintes del ‘glamour’ de Hollywood que de otra cosa y sus precios así lo ratifican. El año pasado lograron unos ingresos de alrededor de 93 millones de euros. El abono VIP costaba unos 805 euros, eso sí, con acceso a zonas reservadas. Respecto al alojamiento, lo más cercano es la lujosa zona de ‘Lake Eldorado’ y solamente hay que pagar unos 1.982 euros por un tipi (tienda cónica hecha de pieles de animales y palos de madera) para dos personas o 2.674 euros por una tienda para cuatro visitantes.
En cuanto a la comida, dentro del propio recinto se pueden degustar tacos, helados… Si ya nos ponemos algo más exquisitos, tendríamos que visitar ‘Rose Gardens’ cuyo precio por cubierto asciende a unos 181 euros. Existen además compañías que tienen ofertas de desplazamiento en helicóptero desde Los Ángeles hasta el lugar indicado. Por supuesto, si queremos aparcamiento VIP, sumaríamos 120 euros más al margen de los casi 400 euros que cuesta la entrada más barata.
Como todo evento extravagante tiene su polémica, Coachella no podía ser menos. Muchos famosos han declarado estos días que no volverán a asistir por la información que se publicó en el portal complex.com hace unos meses donde acusaban al propietario de la empresa organizadora del festival, Philip Anschutz, de donar cientos de miles de dólares cada año a empresas a favor del uso de armas y en contra de los derechos LGTB o del aborto. El artículo igualmente se refirió a su apoyo para empresas ‘birther’, que en Estados Unidos defendían que el expresidente Barack Obama no era ciudadano americano.
Así que si no tenéis plan para el próximo fin de semana, aún estáis a tiempo de hacer un viajecito a California, que por lo menos la playa sigue siendo económica…