Queridos Reyes Magos
La vida me ha demostrado que cuando decides que pasen cosas, pasan cosas; que cuando tomas decisiones y eliges caminos, provocas que tu mundo se mueva. Pero en estos días me he quedado absolutamente sorprendido por lo que ha ocurrido con mi último post. Sorprendido y agradecido. Agradecido por la buena acogida y por las muestras de afecto y cariño de los que aparecían en el texto, de aquellos que no nombraba pero que estaban, estáis y estaréis y de mucha gente del baloncesto ‘del otro lado’, aquellos que me han acompañado en el camino por la acera de enfrente, como rivales deportivos, nunca como enemigos, pero con los que quizás no ha habido o no he aprovechado momentos para confraternizar. Agradezco gestos como el de Chisco de pararme por la calle para decirme que le había gustado el post o la sonrisa y la mano tendida de Manolo. Y me encantó la sorprendente fortuna de la coincidencia espacio-temporal con Roberto a la entrada de un supermercado. Me alegró sobremanera recordar contigo viejos tiempos y ponernos al día.
También me recordaron viejas historias que no conté y que, por supuesto, forman parte de ese camino a través de la cancha de la vida, como las participaciones en las 24 horas de Calahorra, que combinaban baloncesto, amistad y cachondeo. En donde aprendí a jugar a la pinza en un partido de madrugada; donde la desternillante historia de la casa en la zona, el electricista y la herramienta poco corriente que le contaba Carlos a Cristian me hizo desternillarme de risa hasta llorar a lágrima viva; o donde dormir era lo de menos y nuestro gran trofeo era una buena cena en cuadrilla.
Por esto sólo puedo daros las gracias a todos vosotros por esas palabras, gestos y mensajes que me animan a seguir alimentando este blog que escribo para mí pero que me encanta que sea vuestro. Gracias a todos los que hacéis que vuestra vida pase por el aro y gracias al baloncesto, porque este tipo de cosas son las que confirman que no me equivocaba cuando decía que me ha aportado valores, enseñanzas y compañeros de viaje imprescindibles.
Agradecimientos al margen, mi intención era escribir mi tardía carta canastera a los Reyes Magos. Así que ahí va:
Queridos Reyes Magos,
como este año he sido bueno o casi bueno, me gustaría que en este 2015 se cumplieran algunos de estos deseos (o todos, por pedir que no quede):
-Que el trabajo basado en el COMPROMISO, ESFUERZO Y EQUIPO dé los resultados que merece.
-Que nuestros Campus Promete y Cocinas.com encaucen sus caminos para poder seguir disfrutando del baloncesto de máximo nivel en nuestra comunidad.
-Que la liga municipal nos dure el mayor tiempo posible a los Pata Negra y que nuestro Richi vuelva cuanto antes con nosotros.
-Que el baloncesto siga siendo un deporte de unión, como se ha demostrado en los torneos que se han celebrado en estas Navidades en La Rioja con los niños como protagonistas.
-Que se siga fomentando iniciativas como las leyendas solidarias para que clásicos del baloncesto regresen a Logroño y que encima sirvan como acciones de ayuda social.
-Que los equipos nacionales, de la categoría que sea, vuelvan a jugar torneos en La Rioja.
-Que la selección española se recomponga, encuentre al seleccionador adecuado (no el más adaptable y/o complaciente), cuente con la participación de los mejores jugadores posibles (aunque me temo que los ÑBA no van a aparecer por la lista del Eurobasket), y pueda alcanzar la final del Europeo que da el pase para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
-Un ‘Allstar’ con los Gasol de titulares.
-Alguna sorpresita alegre de esas que me suele dar el baloncesto todos los años y un deseo en blanco que me guardo para mí para que se pueda cumplir.
-Tiempo, ilusión e ideas para seguir disfrutando de este blog.
Aunque me da que es Baltasar el más baloncestero de los tres, porque Melchor ya tiene una edad y a Gaspar le veo más aire de seguidor del mundial de motociclismo, espero que leáis esta carta con cariño y podáis cumplir con alguna de mis peticiones.
Abrazos para los tres.
PD: Mis hijos os dejan leche y galletas para que os alimentéis un poco, pero yo os dejo a vuestra disposición unos licorcitos espirituosos por si os apetece tomaros algo que os caliente el cuerpo más rápidamente en una noche fría y dura.
PD1: En lugar de zapatos os dejo mis botas de baloncesto porque son más grandes y ya sabéis eso de ‘ande o no ande,…’.