“Entrar en Mystic Topaz era como adentrarse en un mundo con atmósfera propia”

Editorial: Valdemar | Páginas: 320 | Precio: 13,20 €

Un lugar donde se venden productos esotéricos, objetos que hechizan a los compradores prometiéndoles tener cualidades ajenas a la razón humana con las que cambiar o mejorar parte de su existencia. Éste es el escenario de la última obra publicada de Pilar Pedraza, ‘Mystic Topaz’, cuyo título toma el nombre de la tienda en la que se desarrollan las historias que lo conforman. Geles, una joven licenciada en Filosofía que trabaja en el local mágico por el salario mínimo, es la cronista de los fantásticos acontecimientos que suceden de puertas adentro, y a veces, afuera.

La joven protagoniza numerosas peripecias acompañada de Delirio Presencia, su jefa y dueña de ‘Mystic Topaz’, que la introduce cual mentora en un mundo misterioso, que la cotidianidad pasa por alto pero que se mantiene implícito en ella, en las sombras. Un mundo que Geles, posiblemente como el lector, conoce a través de películas o libros, pero que no ha explorado más allá de éstos. La autora lleva las creaciones fantásticas al día a día de la tienda, mostrando que lo mágico no es exclusivo de elaboradas fantasías en papel o pantalla, sino que pueden darse a diario, depende de cada uno.

Las historias del libro se inspiran en las experiencias personales de Pedraza en el Círculo Atlante, una tienda de minerales valenciana, lo que les aporta carácter pedagógico y de introducción al conocimiento místico. La joven dependienta representa a la autora en su fase de aprendiz dentro de la tienda, siempre escéptica, señala el escritor Luís Pérez Ochando en la introducción de ‘Mystic Topaz’: “Como persona de izquierdas y atea, Pilar Pedraza se mantenía firme en su escepticismo, y así se lo hacía saber a quienes impartían los cursos”. Y es que en la tienda también tienen lugar seminarios y clases relacionadas con la espiritualidad y las terapias alternativas. Éstos, junto con las enseñanzas de Delirio, corresponden a un papel de mentora adoptado por Pedraza, que tras pasar por el mundo esotérico plasma lo aprendido en forma de ficción.

Antes de pasar al papel, los textos de ‘Mystic Topaz’ tomaron vida en El butanero popular, editorial y fanzine a modo de “diario colectivo de actualidad atávica”. En él se abrieron por primera vez las puertas de la tienda de Pedraza, cuyas historias reescribió y pulió para su edición conjunta en formato físico. Un paso de lo digital a lo analógico inverso al que se acostumbra a realizar. La distancia entre ambos formatos se ejemplifica en el acceso individual a los conocimientos esotéricos por parte de las dos mujeres que regentan la tienda. Delirio pertenece a una generación que aprendió estos saberes a través de un maestro y sus libros, mientras que Geles, cuando no recurre a su jefa ante una duda, amplía sus conocimientos a través de internet.

Toda incursión de lo místico en las historias, ya sea en forma de monstruo o fenómenos, se acompaña con explicaciones de su origen o causa que refuerzan su efecto turbador. Y ello sin excesivas pretensiones, recordando que, a veces, también se da el amaño que comúnmente se atribuye a los negocios esotéricos. Delirio, en definitiva, tiene que vender para mantener su tienda. Ésta es una de las pinceladas de realidad que en el libro se dan la mano con la fantasía, constituyendo una invitación a crear magia en lo cotidiano, su gran valor.