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Mayte Ciriza

Que quede entre nosotros

El spray del amor

En estos futboleros días, se ha hecho público que unos científicos alemanes han ensayado un spray nasal de oxitocina capaz de reducir el estrés que conllevan las peleas conyugales. Como lleguen a desarrollar este producto, me veo a más de uno o de una dale que te pego al spray con la pareja. Seguro que el consumo del “spray del amor” se iba a disparar en verano. ¿Qué por qué en verano?
 
Porque cuando más separaciones se producen es después de las vacaciones, en el mes de septiembre. Una de cada tres parejas que se separa lo hace después del verano.
 
Por cierto, la duración media en España de los matrimonios que se rompen es de trece años. Y aunque la tasa de divorcios en España aumenta cada año, sigue siendo, todavía, la más baja de la Unión Europea.
 
Durante el resto del año dedicamos a la pareja el tiempo residual, el tiempo que queda después de todo lo demás y, por tanto, se ocultan los problemas de comunicación. Por eso, cuando llegan las vacaciones de verano -o se rebajan los horarios laborales- y hay mucho más tiempo para pasarlo juntos, surgen entonces las discusiones, las tensiones, el “yo a éste no lo aguanto” (afortunadamente, la independencia económica y social de las mujeres ha facilitado que no tengamos que seguir soportando a un hombre en una relación acabada). Por otra parte, somos cada vez más narcisistas, más individualistas, más incapaces de ponernos en el lugar del otro (precisamente del “personismo” feroz trata el último libro de Vicente Verdú). Es la cultura del consumismo, del usar y tirar aplicada a la pareja.
 
En verano se ponen a prueba las relaciones, porque al haber más tiempo para convivir, para el ocio en pareja o para el sexo, caes en la cuenta de los defectos del otro (sobre todo en bañador), te fijas en las cosas que no te gustan y que durante los otros meses pasan desapercibidas. El resto del año no te has visto el pelo, las rutinas laborales del invierno y la falta de tiempo para estar juntos han tapado cualquier problema de convivencia.
 
 
Pero no hay spray de oxitocina para una relación de pareja que iguale al auténtico spray del amor: lo señalaba hace un par de semanas Paul Newman en una entrevista en ABC: “El secreto para mantener feliz mi matrimonio es el sentido del humor” (al menos en esto mi santo se parece a Paul Newman). Y es que no hay nada como el humor para el amor.
 

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Por Mayte CIRIZA

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