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Mayte Ciriza

Que quede entre nosotros

Menú de verano

Se prepara un sofrito con cebolla, ajo, pimiento verde y unas cucharadas de tomate frito. Se le añade una sepia pequeña bien partida, media docena de gambas (congeladas son más baratas) y unos trocitos de rape. Una vez preparado, se echa la pasta de fideuá (fundamental que el fideo sea gordo y tenga agujero interior), para 5 personas unos 400 gramos. Se le da un par de vueltas y se añade caldo de pescado, más o menos el doble del volumen de los fideos. Dejamos que se haga a fuego medio. Probablemente hay que incorporar más caldo durante la cocción si vemos que se va quedando seca y el fideo está todavía un poco duro. Al final se pueden incluir unos mejillones. Y ya está la fideuá. Es aconsejable acompañarla de una salsa alioli.

En vacaciones hay que hacer lo que a uno le gusta, a mí una de las cosas que más me relaja es cocinar (con mi santo de pinche de cocina). Cocinar es un ejercicio de creatividad, es una prueba de concentración, un festival de sabores, de olores, también de colores; es una muestra de paciencia, de equilibrio y de mesura. Como es agosto no me quiero poner trascendente, pero comer no solo es un placer, es también un acto moral. Y cocinar tiene que ver con ello (no despilfarrar, no tirar la comida, administrar bien las cantidades).

Lo de menos es dónde estés, dónde te vayas de vacaciones, lo importante es estar cómodo, poder descansar y hacer lo que a uno le apetece.  La clave es cambiar los hábitos y los horarios, salir de las rutinas, porque nuestras vidas están durante todo el año completamente pautadas por el trabajo y las tareas diarias, con unos horarios muy marcados.

Los hay que se sienten culpables si no hacen nada, no saben desconectar y siguen trabajando (como mi santo), pero para la mayoría las vacaciones son ese momento de evadirse del imperio de las rutinas. No se trata de marcarnos metas, de fijar objetivos ni de alcanzar retos, para eso ya está el resto del año, el “modo trabajo”. Las personas tenemos que tener también el “modo vacaciones”. Estar de vacaciones es poder elegir de entre un menú de actividades alguna de las cosas que difícilmente hacemos el resto del año: leer, hacer deporte, caminar, dormir la siesta, salir por ahí, ver películas, cocinar… Me voy a preparar para cenar una ensalada de salmón con aguacate y un gazpacho, dos de mis platos favoritos del menú de verano.

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Por Mayte CIRIZA

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