>

Blogs

Mayte Ciriza

Que quede entre nosotros

Ni en carnaval

Con escote, minifalta, taconazos, brazo en jarra marcando la cadera y una pose sensual. Así aparece la imagen de la niña, ¡una niña!, en la caja del disfraz de “policía sexy” destinado a niñas de 4 a 6 años. Junto a este se venden también el de enfermera sexy, bombera sexy, vikinga o vampiresa sexy. Nos sorprendemos con el repunte del machismo en la adolescencia, pero permitimos esta sexualización de las niñas, que las muestra como un objeto sexual.
Las fotos de estos disfraces, denigrantes para las niñas, han sido muy criticadas en las redes sociales, y la asociación de consumidores Facua ha denunciado estos disfraces ante la Fiscalía de Menores, recordando que la ley recoge que los menores de edad deben estar protegidos de este tipo de imágenes que fomentan su sexualización.
Los disfraces de los chicos suelen ser de Superman, de héroes, de bombero, de policía, de médico…, mientras que los de las niñas son la mayoría con minifalta, enseñando la mayor parte posible del cuerpo, con una clara connotación sexual. Aunque el disfraz sea de vikinga, enseñan todo lo posible, como si los vikingos proviniesen del centro de África. ¡Y todos los disfraces, sean de bomberas, de enfermeras o de vikingas, con tacones de aguja!
Lo malo no es solo que se puedan vender estos disfraces para niñas de 4 a 9 años, sino que haya padres que los compren, esto es lo tremendo. Cuando uno tiene hijos, hay que inculcarles que podrán ser lo que quieran en la vida si estudian y se esfuerzan, pero con este tipo de disfraces se traslada el mensaje de que la belleza y el erotismo son los únicos valores ligados a la mujer, de que lo que más importa es su imagen y que esté guapa, con los problemas que esto, por cierto, conlleva después en la adolescencia. Porque si solo importa lo guapa que se esté, pueden producirse una baja valoración personal o desórdenes psicológicos y alimentarios (que en España van en aumento).
La educación sexual es imprescindible, pero eso no tiene nada que ver con la venta de este tipo de disfraces sexys para niñas de 4 a 9 años. ¿Por qué se permite esto? ¿Por qué no hay sanciones para los fabricantes y para los vendedores de estos disfraces? ¿Para qué queremos tantas leyes si luego no se cumplen? Se trata de que a las niñas se les permita ser niñas, y que desarrollen su imaginación y se diviertan disfrazándose con creatividad. ¿Por qué ellos tienen que estar divertidos y ellas tienen que estar sexys?
¡Y si solo fueran los disfraces! También muchos videojuegos y programas de televisión trasladan mayoritariamente un estereotipo, un modelo de mujer erotizado, la chica como objeto sexual.
El carnaval es transgresión y saltarse los roles establecidos, pero veo que no rompemos las normas sociales que imponen estos estereotipos machistas ni siquiera en carnaval.

Temas

Por Mayte CIRIZA

Sobre el autor