Rivera y el sarampión | Entre visillos - Blogs larioja.com >

Blogs

Entre visillos

Rivera y el sarampión

Está comprobado a través de los tiempos que la inteligencia y la necedad, la sabiduría y la estupidez no están ligados ni a la edad ni a la condición social, ni tampoco a la raza o al lugar de nacimiento. De igual modo, hay quien desde la tierna infancia muestra una total ausencia de principios y hay quien la desarrolla con la edad. En fin, señores que no hay que hacer ningún estudio de investigación patrocinado por alguna universidad de reconocido prestigio para afirmar que listos y estúpidos, honrados y sinvergüenzas existen en todos los lugares del mundo y puedes encontrarlos de cualquier edad.

Las campañas electorales han sido siempre épocas propicias para que florezcan las ocurrencias que atraigan la atención. Claro que no siempre los exhibicionismos verbales están sembrados de cordura sino que, en muchos casos, nos encontramos ante verdaderos desatinos alejados del sentido común. Recientemente Albert Rivera, líder del partido emergente Ciudadanos, ha formulado una propuesta insólita. Considera que un proceso de regeneración política en España debe pasar “por gente que haya nacido en democracia, por gente que no tenga mochilas, ni dinero en Suiza, ni casos de corrupción”. Debe pensar este joven político que la historia de España comienza ahora que él ha llegado y que hemos de levantar un muro de olvidos, sin darse cuenta de que lo que hoy somos es el resultado directo de lo que hemos sido en el pasado. De igual modo, el futuro de este país será la consecuencia de lo que los españoles decidamos en estos años convulsos que alimentan una urgente necesidad de cambios y, pasado el tiempo, lo nuevo se habrá hecho viejo igual que Albert Rivera terminará siendo un anciano.

Coincido con Rivera, como la mayoría de los españoles, en la necesidad de una regeneración urgente de la política de este país saqueado por la obscenidad de la corrupción. Pero no nos engañemos tampoco esto es novedad. La decadencia de un sistema político alienta siempre un necesario movimiento regeneracionista como ya ocurrió en España en la transición del siglo XIX al XX. En lo que no estoy de acuerdo es en que los protagonistas del cambio han de ser solamente los nacidos a partir de la Constitución de 1978. Señor Rivera, los países no se transforman por la acción de unos pocos dirigentes políticos sino cuando se suman las voluntades de una gran mayoría de ciudadanos, como ocurrió en la Transición. Es cierto que los de más edad llevan una mochila al hombro, pero no todos transportan comisiones ilegales, sobresueldos en negro ni tienen cuentas en Suiza. Muchos de los que cambiaron este país la portan llena de experiencias y de renuncias. Jóvenes y mayores compartieron el sueño de un cambio radical y consiguieron pasar de una dictadura a una democracia y muchos de ellos, entre los que me cuento, creemos que también ahora es precisa una transformación radical en esta España malherida por el abuso de poder y por la corrupción de muchos dirigentes que han hundido el prestigio de la mayor parte de las instituciones del estado. Cuando su partido gobierne, ¿podrá usted garantizar la honestidad de todos los que están llegando a él con el viento favorable de las encuestas? Creo que no.

Hoy los españoles estamos en otro de esos momentos cruciales de nuestra historia y sería de necios excluir de la participación política a los que peinan canas, salvo que queramos recluirlos a todos en asilos o en lugares donde los muros oculten las  ventanas para ver la realidad.  ¿Qué sería este país sin la aportación madura y sabia de José Luis Sampedro, José Saramago, José Manuel Caballero Bonald o Josep Fontana? Tomaremos esta salida de tono por un error, imperdonable, pero un error. Yo que en mi juventud, como todos, también los cometí, le aconsejo un poco menos de soberbia porque este país necesita del esfuerzo de la mayoría y no de quienes creen saberlo todo. En fin, todos hemos aprendido que el sarampión sólo lo cura el tiempo.

María Antonia San Felipe

Sobre el autor

Funcionaria. Aficionada a la escritura que en otra vida fue política. "Entre visillos" es un homenaje a Carmen Martín Gaite con esa novela ganó el Premio Nadal en 1957, el año en que yo nací.


mayo 2015
MTWTFSS
    123
45678910
11121314151617
18192021222324
25262728293031