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Antonio Remesal

Hablando de vino

Zonificación: la fórmula del Priorato

Se explica el modelo de zonificación articulado por la denominación de origen tarraconense. Su fórmula, con los Vins de la Villa y  vinos de finca, podría ser válida para Rioja.

Sobre la mesa del Consejo Regulador está una propuesta para el estudio de la posible implantación de un modelo de zonificación de la DOC Rioja por municipios. Lo que plantean los, hasta ahora portavoces, a falta de una definición más concreta, supondría hacer extensivo para los 144 municipios de la DOC lo que el Reglamento determina para las tres subzonas (Rioja Alta, Rioja Alavesa y Rioja Baja). Tarea que la pintan fácil, pues el desarrollo de la ley actual, ya preveía, según indican, la aplicación de la reglamentación de las subzonas para entidades geográficas menores.  Dos errores en una sola frase:

1er error: implementar una actuación de esta naturaleza es un trabajo largo y complejo, requiere el beneplácito de la mayoría del sector y precisa aplicar criterios técnicos rigurosos en todo el proceso, durante el cual, la ciencia no debe mezclarse con la creencia, ¡vamos, que de fácil nada!.
2º error: la actual división de Rioja, basada únicamente en criterios geográficos y administrativos no es una zonificación bajo el punto de vista agronómico, la cual, debe ser independiente de fronteras artificiales. Las zonificación en materia vitivinícola, se refiere a la división del territorio en unidades homogéneas en función del “terroir”. Este término francés traducido al castellano por terruño aúna todos los elementos del medio natural y el agrosistema vitícola (suelo, material vegetal y técnicas culturales y de vinificación).

De aquí que un desarrollo de subzonas basado en exclusiva en los límites administrativos de los municipios no tendría sentido alguno. Dejaría descontentos a muchos y no solucionaría los problemas a nadie. En definitiva ¡para ese viaje no hacen falta alforjas!

En mí artículo anterior en estas mismas páginas presuponía que la propuesta planteada iría en la línea de modelos como el de Priorato, la otra denominación de origen calificada en España, donde la zonificación se ha implantado con éxito. Explicaré a los lectores en que consiste, pero antes les daré una somera información sobre esta región vitivinícola.

La D.O.Ca Priorat es una pequeña región situada en la provincia de Tarragona, delimitada por macizos montañosos. Al sur se abre siguiendo el curso del río Siurana, afluente del Ebro, que hace de eje principal. Todo ello conforma una orografía agreste, donde se asientan los viñedos que sobreviven sobre terrenos pizarrosos, en terrazas o laderas con pendientes, algunos, casi impracticables. El relieve tan accidentado, la variabilidad de suelos, y los distintos microclimas, secos en general y con influencias múltiples del Mediterráneo próximo, dan un perfil de vinos, como en Rioja, muy rico y heterogéneo. La superficie de viñedo, es de apenas 1.900 ha, que cultivan unos 600 viticultores y que cubren apenas el 10% del territorio de la Denominación.

La cultura del vino en Priorato se remonta a muchos siglos atrás, monasterios y monjes desarrollaron e impulsaron la vid y el vino desde el siglo XII, y como en Rioja, el cultivo ha pasado por muchas vicisitudes, incluida la filoxera. A finales de 1980 y principios de 1990 en el que varios productores apostaron por la recuperación de la vid, con un respeto al paisaje, variedades locales y la tradición que merece destacar, y que son su seña de identidad, la zona ha adquirido renombre internacional. Hasta hoy, en que se considera Priorato, una de las áreas españolas y mundiales más propicias para el cultivo de la vid para vinificación.  Allí se han instalado bodegueros, como el riojano Álvaro Palacios donde elabora el afamado L’Ermita, vino por el que se paga hasta 1.000 €/botella, y otros productores con vinos, también, entre los más apreciados del mundo.

Vins de la Vila (Vinos de Villa)
El proyecto de zonificación plasmado en la subzonas o Vilas actuales parte de 1999 momento en el que se empezaron a calificar los vinos mediante cata y se iniciaren los trabajos de campo tendentes a la demarcación. De acuerdo a la apreciación de los técnicos cada Vila debía dar lugar a vinos con una tipicidad que los distinguiera y diferenciara siendo una expresión clara de la zona de procedencia. La división se realizó de acuerdo a las particularidades climáticas, culturales, sociales, vitivinícolas y económicas. De este modo las Vilas no se ajustan a los límites administrativos de los 9 municipios que constituyen la DOCa Priorat, aunque la mayoría lleven el nombre de alguno de ellos. Las divisorias entre Vilas coinciden generalmente con accidentes geográficos como lomas, ríos, vertientes o caminos. Según la zonificación a la que se llegó, quedaron delimitadas 12 zonas de producción vitícola o Vilas, descartándose parte del territorio de la denominación al considerarse no apto para producir uvas destinadas a Vins de Vila.

En 2009 coincidiendo con la calificación de la cosecha de 2007, fue el momento en el que se permitió etiquetar con la referencia a la subzona. Es necesario indicar que las bodegas, cumpliendo los requisitos relativos a la producción, elaboración y envejecimiento pueden vinificar tanto vinos de la Vila como simplemente de la DOQ Priorat. Para que un vino se registre como Vins de Vila (Vinos de Villa) debe acreditar que su uva procede de la villa correspondiente  y cumple los requisitos propios de cada una, siendo el Consejo Regulador el que controla la calidad y trazabilidad. Hasta la fecha se han registrado más de veinte vinos como Vins de la Vila.

Esta denominación catalana ha dado un paso más en la zonificación con la incorporación en su legislación de los llamados “Vinos de finca”, asimilable a lo que en el resto de España se llama “vinos de pago”.  El nombre se vincula con las viñas de donde procede la uva, limítrofes entre ellas, de extensión reducida y características propias y especiales, siendo el propietario del viñedo el mismo que el elaborador. Aparte de la supervisión propia del Consejo Regulador los vinos de finca están controlados por el Instituto Catalán de la Viña y el Vino (INCAVI), como entidad de certificación y control acreditada en Cataluña.

Para terminar he de indicar que modelos como el indicado en el Priorato, con las modificaciones y adaptaciones necesarias para nuestras condiciones y peculiaridades, permitirían un tratamiento diferencial de las distintas realidades vitivinícolas de Rioja, un reconocimiento de singularidades, facilitaría la preservación del paisaje y del patrimonio vegetal, contribuyendo a la potenciación de la calidad, única vía posible para la sostenibilidad. Aspecto, este último, en el que parece ya todos coincidimos.

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Sobre el autor

Ingeniero Agrónomo y enólogo. He trabajado en la empresa privada en ámbitos muy variados de la ingeniería. Actualmente en la Administración, en el sector del vino, con el que me siento absolutamente comprometido. Escribo sobre viticultura y enología y, de paso, sobre lo que tercia…Autor del libro “Talking about wine: Rioja”, primer libro monográfico sobre Rioja escrito en inglés.


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