Cuando los Reyes Magos echaban carbón | Historias Riojanas - Blogs larioja.com >

Blogs

Marcelino Izquierdo

Historias Riojanas

Cuando los Reyes Magos echaban carbón

 

No siempre los Reyes Magos han llegado en helicóptero a Logroño ni han traído a los niños regalos tecnológicos de última generación. ¡Qué va! Cuando la cabalgata comenzó a recorrer la capital riojana, allá por la Navidad de 1936 –recién estallada la Guerra Civil–, y de la mano de Radio Rioja –al igual que ahora–, Melchor, Gaspar y Baltasar venían montados en apuestos caballos y escoltados por una comitiva de pajes y ayudantes a pie.

Sus Majestades de Oriente habían cargado sus almacenes –situados a las afueras de la ciudad, según nos decían– de muñecas que hacían hasta pipí, de Juegos Reunidos Geyper, de indios y vaqueros con su fuerte y todo, y hasta de triciclos de segunda mano. Pero, además de todo eso, también traían carbón. No eran aquellos pedruscos de antracita y coque que nuestras abuelas compraban en la carbonería del barrio –que entonces proliferaban por todo el casco urbano–, sino trozos de negro carbón, fabricado a base de azúcar, y que los niños comían con fruición.

Zapatos abrillantados

«Mira, Fernandito… que como saques malas notas o insultes a la prima Mari Pili, los Reyes sólo te van a traer carbón en vez de lo que has pedido». De ahí que Fernandito, el día de autos, amaneciera con un guijarro junto a los zapatos abrillantados la noche anterior. Por lo general, el carbón no era sino una broma inicial, una advertencia, pues tras el primer sofoco y unas lagrimitas, Fernandito descubría que el paracaidista de ‘geyperman’ que tanta ilusión le hacía, los Magos lo habían dejado detrás del armario.

Por supuesto, los vasitos de ‘sol y sombra’ para los Reyes y de leche para los camellos –que sustituían a los caballos para el reparto nocturno–, y que habían sido colocados por Fernandito junto a sus zapatos, estaban ya vacíos. No estaban los tiempos para tirar nada por la fregadera.

Pero vamos a lo que vamos. La impagable instantánea que hoy publica ‘La Retina de la Memoria’, realizada por el gran fotógrafo Teo Martínez –y cedida por gentileza de Cámara Oscura y su Casa de la Imagen–, está tomada en la década de los primeros años 80. En ella, Melchor, Gaspar y Baltasar, acompañados por sus pajes predilectos, acababan de aterrizar sobre el césped del antiguo campo municipal de Las Gaunas; y lo habían hecho en tres enormes helicópteros militares del Ejército de Tierra, procedentes de la Base Aérea de Agoncillo.

El viento producido por las aspas de los ruidosos aparatos, que de inmediato tenían que regresar a sus hangares una vez cumplida la misión, más de una vez puso en apuros a sus Majestades e hizo volar capas y coronas. Pero éste no fue el caso.

Las Gaunas original

En la imagen, como telón de fondo de Reyes y helicópteros, puede contemplarse la entrada principal del viejo campo de Las Gaunas, en la esquina de Club Deportivo con República Argentina, cuando aún no se había levantado la tribuna norte. Todavía quedaban unos pocos años para que el gol ‘in extremis’ de Pita provocara un giro copernicano en el CD Logroñés. El ascenso a Segunda División y, temporadas después, a Primera, la ‘Liga de las Estrellas’, propició la época más gloriosa del fútbol riojano. ¡Qué tiempos aquellos! En aquella portería del fondo norte marcó Toni Polster el gol de la victoria frente al Real Madrid de la Quinta del Buitre.

Treinta años después, muchas cosas han cambiado. Sin embargo Melchor, Gaspar y Baltasar siguen fieles a su cita –aunque sea en el nuevo Las Gaunas y con un solo helicóptero–, así como la ilusión de los niños agitando sus pañuelos como símbolo de alegría.

Temas

Certezas, curiosidades y leyendas del pasado, de la mano de Marcelino Izquierdo

Sobre el autor


enero 2014
MTWTFSS
  12345
6789101112
13141516171819
20212223242526
2728293031