En el Ayuntamiento de Calahorra se hacen algunas cosas sin pies ni cabeza.
Si hace escasamente un año se gastaban 21.000 eurazos en que una empresa de Madrid diseñara un logotipo insultante para la inteligencia y la historia de Calahorra. Ahora eligen como motivo del cartel anunciador de las fiestas precisamente el escudo de Calahorra. El de siempre. El mismo que durante un año han estado prostituyendo (y sustituyendo) de todas partes. Eliminándolo sistemáticamente de membretes, documentos, vehículos, camisetas de los trabajadores, e incluso de los documentos oficiales que firma el alcalde (lo que demuestra la cualidad de la personalidad del primer edil).

Este acto premeditado de insulto y ataque furibundo al escudo de Calahorra, -con más de 500 años de historia- parece que llega a su fin. Es posible que se hayan dado cuenta de que cambiar su escudo heráldico por cuatro rayas de colores era un despropósito al mismo tiempo que una soberana gilipollez. Gilipollez que costó más de 3.500.000 de las antiguas pesetas, que ha desagradado y sigue desagradando a muchos y muchas en la ciudad de los Mártires… San Emeterio y San Celedonio, a los cuales –por cierto- está dedicado el escudo.