Pues como no me habéis dejado elegir, me enfado y me voy. Pataleta de un político, en este caso Bittor Oroz, viceconsejero de Agricultura del Gobierno Vasco, porque no se entera (lo que no deja de ser muy grave, que no se entere) de lo que pasa en el Consejo Regulador y además Pedro Sanz manda más que él. Hala, pues me voy. Y no, no tiene 5 años.

Son como niños. Oroz no se va a ir. Ni el Gobierno Vasco, tampoco. Don Imprescindible murió hace tiempo. El Consejo está cercano a cumplir 100 años, pero en manos políticas puede desaparecer en un abrir y cerrar de ojos. Que le pregunten a las cajas de ahorros.

Me da igual si Oroz regresa a las reuniones o no; si está de morros o sonríe; si congela 60.000 euros o los mete al horno (por cierto cuando el País Vasco daba 70.000 euros, La Rioja aportaba 350.000 euros). Si se quiere ir que se vaya. Pero que no lo diga, que lo haga. El Consejo debe velar por Rioja, lo que supone no caer en manos políticas y evitar atropellos como ampliar al 115% la cosecha 2013. Que pregunte a sus bodegas si quieren quitar el sello de Rioja de sus vinos. Me pilla espergurando y con dolor de riñones, por lo que no estoy para tonterías de políticos que quieren ser el niño en el bautizo y el muerto en el entierro.