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César Luena López

El Blog de César Luena

Costes de una apuesta equivocada

Hay aniversarios que conviene recordar. Es más, sirven para renovar compromisos prioritarios y urgentes hoy en la sociedad española. Hace seis años que el Partido Popular optó por una apuesta equivocada: una gran devaluación salarial y de la calidad de los puestos de trabajo como forma de competir en una Europa en crisis. La reforma laboral que Rajoy aprobó a inicios de 2012 tenía un propósito claro, su gran objetivo: reducir los salarios, facilitar el despido y abaratar su coste. Las consecuencias las conocemos: precariedad, pobreza salarial, explotación, abusos, temporalidad, proliferación de figuras como la del falso autónomo, las pensiones públicas en jaque y un agravamiento de la brecha salarial entre hombres y mujeres, quienes tienen los peores contratos y los perores salarios del país.

La gran apuesta de Rajoy se basó en implantar esa devaluación interna a través de contratos precarios y recortes de los derechos de los trabajadores. En España hoy, el despido objetivo se ha convertido en la norma habitual, las empresas pueden tramitar un ERE sin autorización administrativa previa, los jóvenes pueden ser contratados durante un año para después ser despedidos sin derecho alguno a indemnización, el empresario puede modificar el salario de forma unilateral, por no hablar de la prevalencia de los convenios de empresa sobre los de sector, lo que ha dinamitado la negociación colectiva. Todo esto les suena, pero ahora toca decir que, además de injusticia y desigualdad, ha provocado un gran fracaso, porque en España trabajan un millón y medio menos de personas con respecto al año 2008.

La causa de este fracaso es la apuesta de Rajoy por la devaluación interna, que es la que ha provocado la reducción de las plantillas y de los costes salariales, beneficiando a los empresarios y perjudicando a los trabajadores (se han transferido 2,4 puntos de rentas de la remuneración de los asalariados al excedente empresarial). Por si fuera poco, todas las prestaciones contributivas, así como los subsidios, han sido recortados en este tiempo, aunque el paradigma de nefasta gestión es el aumento del déficit de la seguridad social y la práctica desaparición del Fondo de Reserva.

Con datos del INE, y para el caso de La Rioja, podemos decir que dicha reforma no ha dado los frutos que se nos prometieron a la hora de generar empleo. En 2016 el empleo total era inferior al del 2010 en 4.700 trabajadores y en el caso concreto de los asalariados (sin autónomos) presentaba las mismas diferencias. Por otra parte, menos empleo, ha generado igualmente menos horas cotizadas (más de 10 millones de horas menos), y lo mismo ocurre para el caso de los estrictamente asalariados, que también ha perdido horas trabajadas por importe de 10, 5 millones de horas. Entre 2010 y 2016, hemos perdido remuneraciones de 135.4 millones de €.

Todo ello, nos lleva a comprobar cómo la participación de los asalariados en la riqueza regional ha pasado en este tiempo a ser un 0,6% inferior a la del año 2010 (49% frente a 48.4%), frente a la tendencia contraria ocurrida para los excedentes de explotación que han sido los que han ganado en este periodo ese 0,6%. Para terminar con los datos, el número de trabajadores afiliados a la Seguridad Social en La Rioja permanece en los mismos números que en el año 2010, e igual consideración podemos obtener cuando comparamos la diferencia entre el coste de la mano de obra de La Rioja con respecto a la del conjunto del país, que es aproximadamente un 5% más barato en La Rioja que en España.

Pero esta legislatura mortecina y al ralentí dará paso a una nueva de reformas y recuperación de derechos y de modelos de crecimientos justos e incluyentes. Por eso, en este tétrico sexto aniversario de la reforma laboral, los socialistas volvemos a comprometernos con las prioridades del país, que pasan por derogar la reforma laboral y aprobar un nuevo Estatuto de los Trabajadores que reinstaure la negociación colectiva, impulse la inserción laboral de los jóvenes regulando las prácticas y potenciando el contrato relevo, acabe con los abusos de la contratación temporal, prohíba las horas extraordinarias para los trabajadores a tiempo parcial e iguale los salarios entre hombres y mujeres. En definitiva, recuperar los derechos y asegurar unos buenos empleos. La propuesta socialista, seis años después, sigue creyendo en que la sociedad española puede afrontar el futuro sobre la igualdad, la modernidad y los derechos, y no sobre la precariedad, la devaluación interna y la resignación a retroceder en derechos y en calidad de vida.

 

Artículo de opinión publicado en Diario La Rioja (04/03/2018)

Sobre el autor

Logroño, 1980. Doctor por la Universidad de La Rioja. Diputado socialista por La Rioja en el Congreso de los Diputados.