Durante los últimos días no he podido pensar en otra cosa desde que mi buen amigo Salva Guillén compartiera en Facebook el documental sobre la vida de Jason Becker, ‘Not dead yet’. Lo ví en 2012 y me impactó muchísimo, tanto por la tristeza de la historia como la esperanza que destila. El caso es que me ha vuelto a tocar la fibra, no puedo negarlo.
La prometedora carrera del joven guitarrista norteamericano se vió truncada en 1989 cuando le diagnosticaron Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA). Por aquel entonces con veinte años de edad, los médicos le dieron una esperanza de vida de apenas tres o cuatro años, no más. El músico, lejos de rendirse, comenzó una feroz lucha contra aquella terrible enfermedad. En la actualidad Jason continúa vivo.
Descubrí a Jason Becker en su etapa con CACOPHONY, junto a Marty Friedman, a principios de los noventa. También conocía la historia de su desgraciada enfermedad. Pero lo que no imaginaba es que este documental nos iba a descubrir al Mozart de nuestro tiempo. Jason Becker es un genio de la música contemporánea, sus obras así lo demuestran y gracias a la informática y su asombroso talento podemos seguir disfrutando de todo su genio y sensibilidad.
Este documental y su protagonista son imprescindibles.
Puedes contribuir con la familia de Jason haciendo una donación via PayPal utilizando el correo: pat.becker@intres.com