De esta forma, la UDL abre varias vías. Por un lado, podrá ver cómo evoluciona Titi en competición, muy diferente al entrenamiento diario, antes de tomar una decisión final sobre su futuro. La fecha tope es el 31 de enero. A día de hoy, el equipo de Segunda B tiene una plaza libre, la que ha dejado Iván Aguilar, que por la mañana se ha desligado del conjunto riojano y acto seguido ha fichado por el Mérida.
Por otro lado, los riojanos pueden fichar de forma inmediata a un jugador para que comience a trabajar a las órdenes de Sergio Rodríguez y aprovechar este mes de enero, aunque sean dos partidos, frente a Barakaldo y Amorebieta, ya que parece imposible que alguien debute el domingo en Vitoria.
«Si Titi está bien, tendrá licencia federativa. Es un sí rotundo», afirmaba Sergio Rodríguez el 31 de diciembre. De momento, el asturiano está ejercitándose con normalidad con el primer equipo y así seguirá, previsiblemente, hasta que concluya su contrato, el 1 de julio. Ayer mismo, antes de que la UDL hiciese pública esta decisión, Titi se mostraba tranquilo tras el entrenamiento vespertino y reflejaba que tenía un informe médico que asegura que es apto para «la práctica profesional del fútbol».
Lógicamente, la entidad podrá ir trabajando en reforzar su equipo para esta segunda vuelta y podrán ir llegando jugadores inmediatamente después de que otros salgan. Si finalmente, la UDL tramita la licencia de Titi como jugador de Segunda B, tendrá que tener una ficha libre para él. Si el asturiano responde satisfactoriamente, también podría darle de alta antes de apurar el plazo de enero.