Las viviendas de Toyo Ito, una de las promociones inmobiliarias que más han dado que hablar, ya tienen licencia de ocupación. La promotora, junto con la alcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra, presentó la promoción con la urbanización ya terminada como acto previo a la entrega de llaves.

Las viviendas de Toyo Ito fueron desde el inicio un ejemplo más de despropósito, en este caso del exalcalde de Logroño, Julio Revuelta. Cuentan los mentideros urbanísticos que inicialmente había un proyecto, más o menos razonable, pensado para jóvenes de alrededor de 300 viviendas que, sobre suelo municipal, se iban a sacar en Pradoviejo.

Sin embargo, como a Revuelta no le salían las cuentas de vivienda protegida prometida en su programa electoral entre 2003 y 2007, y ante la cercanía de las elecciones (diciembre del 2006) decidió duplicar la oferta de vivienda (hasta 600) en el suelo de Pradoviejo y reducir a la mitad el espacio habitable: de los 90 metros inicialmente previstos a viviendas de 45 metros.

El alcalde cumplió así con su programa de vivienda protegida, pero Logroño se encontró con una promoción de viviendas de 45 metros para una supuesta demanda irreal de jóvenes -que, de haberla realmente, la hubiera habido en la cercanía de la Universidad y como alquiler, no en el otro extremo de la ciudad para compra-. Así las cosas, a la promotora de las viviendas ganadora del concurso, con suspensión de pagos de su socio en la UTE de por medio, le ha costado, y le va a costar, dios y ayuda venderla.

En todos estos años, la promoción ha vendido poco más de 120 viviendas y quedan aún 346 sin encontrar dueño, pese a los reajustes de metros de los pisos (reducción de número y ampliación de superficies), rebajas de precios y todo tipo de replanteamientos del proyecto inicial.

Más allá de si el complejo de Toyo Ito (que por cierto tiene unas cuantas obras ‘colgadas’ en mucho sitios de España) es o no original, bonito o feo, el caso es que no era nada funcional en su origen por un problema de planteamiento político como lo demuestra el hecho de que todavía quedan 346 viviendas por vender.

Quienes seguís la ensalada sabéis que el urbanismo, su descontrol y su falta de planificación, ha sido una crítica continua en esta cocina y el caso de Toyo Ito (más bien el caso del concurso del suelo municipal) es un ejemplo más de cómo empezar la casa por el tejado.