El derecho a no pagar impuestos | Testigo de cargo - Blogs larioja.com >

Blogs

Sergio Pérez

Testigo de cargo

El derecho a no pagar impuestos

Ese zigzag de Messi por la frontal del área, esquivando patadas delictivas hasta que se perfila de zurda y zasca, el balón en la red y el grito en el cielo; la prosa de Vargas, sus historias de personajes descorazonados y acciones corajosas; el colorido espiritual de un metraje almodovariano, que le sumerge a uno en el lado ridículo de la vida, ese tan gozoso… Razones para preguntarnos si los susodichos no se han ganado el derecho a no pagar impuestos. Su talento, su trabajo y su expresión, que es el resultado de exprimirse, animan nuestras rutinas de peones y burócratas…

La exaltación de estos sujetos evoca, en cierto modo, aquellas reivindicaciones tan americanas que, en los inicios de la Modernidad, colocaban al individuo en el centro de la vida, por encima del Estado, por encima de soberanos. Aquellos colonos le enviaron una carta y una ramita de olivo al Rey de Inglaterra para pedirle que suprimiera ciertos impuestos. Jorge III les respondió advirtiendo que ya estaba preparando la soga para ahorcarles, así que Jefferson se puso a escribir aquello de que el pequeño agricultor propietario de un pedazo de tierra es dueño también de sí mismo. La sublimación del individuo autónomo, la puesta en valor de sus capacidades y talentos, se apuntaló aún más en las primeras enmiendas a la Constitución norteamericana, sobre todo en esa que faculta a llevar armas, no sea que cualquier día le dé por volver a la Reina de Inglaterra. Y en esas que EEUU se convirtió en la nación de referencia, tierra de libertad, de soberano contenido y de impuestos bajos, tanto como para no poder construir un entramado de cobertura social a la europea.

Sin embargo, a medida que el Estado cogía cuerpo, comenzaron a hacerse necesarios algunos impuestos, por aquello de mantenerlo en pie. En esa evolución, un buen día New Hampshire decidió tirar por los suelos las cargas impositivas y montar un refugio fiscal (tax haven) para atraer así a las empresas neoyorquinas (¿les suena eso del efecto frontera?). Luego el traductor francés confundió haven con heaven y el refugio se ha convertido en paradis. En esas escaramuzas impositivas, el soberano fue desarrollando otra función y así es que los Estados Unidos, la Unión Europea o las distintas federaciones u organizaciones supranacionales han ido reordenando el escenario avejentado de los Estados-nación hasta dejar sin efecto (en la medida de lo posible) las fronteras fiscales, porque no podemos permitir que el personal lleve su dinero al otro lado de la línea para pagar menos.

Los paraísos fueron desterrados y, desde entonces, se afincan en islas o países lejanos con nombre de sombrero. El efecto es que solo a quienes tienen mucho dinero (legal o ilegal, eso es anecdótico) les abren cuenta en esos sitios. Ya saben, individuos talentosos, presidentes de gobierno, tías de reyes, Jackie Chan… Llegados a este punto, lo que deberíamos preguntarnos es si realmente nuestro Soberano tiene interés en acabar con los paraísos fiscales o si, por el contrario, asume los motivos de su existencia hasta incluso relajar las cargas impositivas internas por razón del buen discurrir de capitales, que es el fundamento de todo. Y es que la lógica del paraíso recorre también algunas de las estrategias de nuestra política fiscal: si algunos no pueden ir al paraíso, que el paraíso vaya a ellos. De la conocida como “amnistía fiscal” a las exenciones y bonificaciones estratégicas para las grandes empresas, pasando por la cláusula de regularización de los delitos fiscales. Parecería que nuestro Soberano entiende que el impuesto, a veces, puede ser injusto, como aquellos que imponía el rey Jorge III a los colonos. Y se le olvida, sin embargo, que nuestro modelo de Estado se parece muy poco al norteamericano. Si estos individuos privilegiados quieren llevarse su dinero al paraíso, que se acojan a la segunda enmienda, que agarren un rifle y que se construyan una mansión fortificada con médico y maestro de serie. Los demás intentaremos sobrevivir sin los goles de Messi. Y con otro Ministro de Industria.

Temas

Otro sitio más de Comunidad de Blogs de larioja.com

Sobre el autor


abril 2016
MTWTFSS
    123
45678910
11121314151617
18192021222324
252627282930