Que Nadal y Samaranch estaban unidos por algo más que sus respectivas condiciones de iconos del deporte (uno en la cancha; otor en el despacho) se evidenció ayer, con ocasión del funeral oficiado por el difunto ex presidente del COI. Aquí está el balear llevando el féretro del desaparecido dirigente deportivo, con otras luminarias del deporte nacional. Por ahí andan Villacampa, Barrufet… Un paréntesis en la actividad del Godó, que también tiene lugar en Barcelona: un torneo sin favorito claro tras la deserción de Nadal. ¿Mi preferido? A ver si acierto: David Ferrer.