Una de las consultas más habituales se refiere a cómo introducir un gato nuevo en una casa en la que ya hay gatos de la manera menos traumática posible, tanto para el recién llegado como para el o los residentes. Ya hemos tenido casos de gatos devueltos tras ser adoptados por no seguir estas sencillas pautas. El gato es un animal vivo, sensible a los cambios de entorno, de rutina y de compañía y hemos de ser conscientes de ello y facilitarle, en la medida de lo posible, la adaptación dándole tiempo, cariño y espacio. Hemos recopilado una lista de pautas y consejos que ayudarán en el proceso de adaptación.
Darle un hermanito a nuestro gato nos puede parecer una maravillosa idea. Pero ¿hemos tenido en cuenta que el Rey y Señor de nuestra casa esté de acuerdo con ello? Por muy idílico y maravilloso que nos lo pinten, la adaptación entre mininos puede llegar a ser dura y estresante tanto para humanos como para gatos. Podemos evitar trifulcas, peleas, bufidos, y carreras siguiendo unas normas básicas de presentación.
1. Si es un gatito de una asociación tendrás su cartilla y todos los certificados de que se encuentra sano. Por el contrario, si es un gatito encontrado, antes de ponerlos en contacto llévalo a un veterinario para que valore su estado de salud y evites contagios innecesarios.
2. Cuando lo lleves a casa NUNCA los juntes directamente, podemos generar una mala relación entre ambos gatos. El nuevo inquilino irá en su trasportín: perfecto, deja que el gato residente se acerque y lo huela.
3. Una vez acabada la presentación, aísla al nuevo en una habitación, pero con posibilidad de que se huelan y se conozcan sin verse, para evitar disputas. Al menos deben permanecer así dos semanas. Para ir acostumbrándolos a sus olores, intercámbiales las arenas si puede ser con cacas y todo. Suena raro pero es efectivo.
4. Antes del día de la presentación puedes cortarles las uñas a ambos gatos, por si durante la presentación hay tobas. Así evitamos que se lastimen.
5. Por fin llego el gran día, vamos a juntarlos en una habitación. NUNCA deben estar solos. Tú debes permanecer tranquilo, no realices movimientos bruscos y no alces
6. ¡¡OJO!! Imponerte no significa pegar al gato, ellos no lo entienden como castigo sino como agresión. Por el contrario, deberás retirar al que provocó el ataque a una pequeña reclusión de más o menos una hora, es como llevarle al rincón de pensar.
7. Después volveremos a intentarlo. Anímalos con el juego a que vayan acercándose e interactuando. Este protocolo debes de repetirlo las veces que se necesiten hasta que ambos mininos sean capaces de aceptarse y no montar
Fuente: www.migato.com
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