Una persona que aprecio ha perdido hace poco a su gata, víctima de una enfermedad larga, contra la que tanto han luchado humana y felina. Al final, una parálisis progresiva la fue apagando de este mundo. Muchas personas que la conocíamos, nos sentimos hoy tristes. Han sido muchas las muestras de afecto pero hoy me permito la licencia de tomar prestado un texto escrito por otra Loca Felina.

Con todo mi cariño…

Poco a poco se fue despertando, lentamente comenzó a desperezarse.

Se sentía distinta, no sabía porque pero era como si en aquella ocasión el descanso hubiese resultado muchísimo más reparador que en otras ocasiones, además le había encantado el sueño que había tenido, había sido tan, tan dulce.

Se fijo en que había un gato grande y rubio mirándola fijamente y por alguna extraña razón no le molesto su presencia ni se sintió enojada como en otras ocasiones ¡si que había hecho maravillas el descanso!, pero no entendía porque permanecía allí parado.

Miro a su alrededor por si esperase para jugar a alguno de sus nuevos hermanos pero sólo estaba ella así que no pudo evitar preguntarle:

– “¿a quién estas esperando?”

– “A ti”, contesto con una voz tan suave y dulce que Nan decidió que le caía muy bien aquel gato enorme.

– “¿a mí? No entiendo porque te molesta, yo no podré jugar contigo, ni tan siquiera acompañarte…” le dijo tristemente.

– “¿Estás segura Nan?” ella se sorprendió de que conociese su nombre, pero enseguida reacciono contestándole.

– “Pues claro que lo estoy, si me conoces ya deberías saber que apenas puedo moverme, ¿o es que eres ciego?” Le respondió un pelín enfadada por su falta de tacto.

– “¿Pero siquiera lo has intentado? Pequeña, creo que das demasiadas cosas por sentadas y tal vez deberías canalizar toda esa energía de una forma más positiva” replico con una enorme sonrisa.

“¡Este viejo esta chiflado!, ¡que intente levantarme!”, pensó Nan, “como si no supiese que eso es imposible, anda que no lo he intentado veces y veces y ya estoy cansada y harta de darme golpes sin conseguir nada así que prefiero quedarme a gustito tumbadita… aunque he de reconocer que hoy parece que me siento mucho mejor que otros días, es como si estuviese más fuerte y tuviese más energía, quien sabe ¿y si….?”

– “¡Venga! ¡Inténtalo, Nan!” ¿Cómo podía saber aquel gato lo que estaba pensando?, no eso no era posible, serian imaginaciones suyas se repitió mientras agitaba la cabeza y al hacerlo se dio cuenta, ante su asombro, de que podía sostenerla perfectamente. No se sentía capaz de articular palabra, era como si estuviese en estado de shock. Despacio apoyo las patas delanteras para erguirse y sentarse esperando caerse de golpe pero no sólo la sostuvieron perfectamente sino que no parecía que fuesen a fallarle, así que se aventuro a ponerse en pie del todo.

– “¡Estoy en pie!, ¡estoy de pie!, ¡puedo sostenerme!” grito feliz.

– “No sólo eso, también puedes andar” le contesto el gato.

¿Andar?, ¿Qué podía andar?, puso una patita delante y luego otra y se dio cuenta de que tenía razón que podía andar e incluso correr. “¡Mama!, ¡mama!, ¡puedo andar!, ¡por fin, puedo andar!, mírame, mírame…” gritaba mirando en su derredor buscando a su mami humana, pero no lograba encontrarla, “que raro”, pensó, “sí nunca se separa mucho de mi lado”.

– “Lo siento Nan, el precio que ha tenido que pagar tu mami para que pudieses ser libre de la prisión de tu cuerpo ha sido muy alto, tuvo que despedirse de ti durante mucho, mucho tiempo y dejarte ir para que pudieses llegar hasta nosotros”.

-“pero yo quiero mucho a mi mami, es lo único que me importaba en el mundo” contesto con lagrimas en los ojos.

– “Lo sabemos, y también lo sabia ella, por eso ahora te llora”.

– “Yo no quiero que llore, yo quiero que sepa que estoy bien, que ahora puedo andar, correr y saltar y que este muy, muy contenta”.

– “Pues tendremos que hacer que lo sepa ¿no crees?”. ..y mientras se alejaban los dos camino del arco iris le iba explicando cómo podía iluminar las estrellas por la noche para que brillasen con fuerza y que su mami pudiese sentirla cerca o como debía susurrarle al viento para que sus ronroneos llegases hasta sus oídos….

Para que el corazón de su “mami” halle al fin el consuelo y sepa que siempre ha hecho lo mejor que ha podido por ella y sobre todo para esta pequeña princesa azul que ha sabido hacerse un gran hueco en nuestras vidas y que ha logrado ayudar a tantos congéneres sin siquiera habérselo propuesto….