El miércoles por la mañana, a llegar a
La mirada de la mami lo dice todo. Es de tristeza absoluta, de desesperanza y desolación. A veces, los animales trasmiten más de lo que queremos ver y ella es el ejemplo vivo. Adivina donde está y no le gusta. Está triste y no se despega de sus pequeños ni un momento. Los acicala, los protege y los amamanta buscando que sobrevivan a cualquier precio.
Parece que sabe que la vida no la ha tratado bien y, sin ella buscarlo, ha terminado en un lugar donde la esperanza es lo único que queda antes de la muerte.
Si quieres ayudar a devolver la esperanza a esta madre y sus pequeños ayuda apadrinando, acogiendo o adoptando.
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