Desde hace muchos días nos vienen advirtiendo del inminente cierre del actual Centro Municipal de Acogida de Animales (lo que todos conocemos como Perrera) y su traslado a las nuevas instalaciones situadas en el recinto del antiguo vertedero municipal de Logroño.
De la operación de traslado, poco o nada se ha comunicado desde el Ayuntamiento y, he de reconocer, que da miedo a preguntar por temor a conocer de antemano la respuesta. Da la sensación de que la intención es llevarnos el problema fuera de Logroño para acallar la conciencia. Ojos que no ven……
Personalmente he estado alguna vez en la actual perrera (pocas, puesto que me falta estómago para ver tanto ser implorante y no poder hacer nada más) pero no conozco las nuevas instalaciones (me acuso de cobarde). Aún así hay personas mucho más valientes que se han tomado la molestia de acercarse para comprobar por sí mismas el futuro que depara a nuestros animales abandonados. Por lo que han podido comprobar, el nuevo Centro tiene menos capacidad reeal que el actual, por lo que lo más probable es que los animales que “sobren” para el traslado sean sacrificados.
Y eso que el “Nuevo Centro de Acogida” prometía tanto…… Para el que no se sepa la historia completa, aquí os dejo pequeños apuntes y cómo la primera visión idílica, va tornándose sombría según se acerca el momento.
En Noviembre de 2008, el Ayuntamiento de Logroño anunciaba que destinaría más de 705.000 € a la construcción de un nuevo centro de acogida de animales junto a la carretera del Cortijo, que sería gestionado por una empresa durante un período mínimo de quince años.
El adjudicatario se tendría que comprometer a elaborar un registro informatizado de los animales potencialmente peligrosos y contratar al personal adecuado, como veterinarios y auxiliares, y de atención al público para prestar un servicio de ocho horas diarias, de lunes a viernes.
Además de mantener en condiciones higiénico sanitarias adecuadas a los animales recogidos en el término municipal de Logroño, tendrán que tramitar las adopciones y atender a las personas que hayan extraviado una mascota.
Como servicios opcionales, el Ayuntamiento propone una guardería de animales de compañía, un sistema de incineración para las mascotas fallecidas, veterinario externo al centro y una pista de entrenamiento.
En Agosto de 2009 podíamos leer que las nuevas instalaciones contarán con nuevos servicios como incineradora para las mascotas fallecidas, residencia-guardería, clínica veterinaria privada, servicio de adiestramiento y terapias asistidas para los animales acogidos.
La concejal Arribas también se apresuró a explicar que, en el nuevo centro, se atenderán animales del resto de La Rioja.
Me ahorro los artículos del cruce de acusaciones entre gobierno local y regional sobre el convenio y que podéis localizar a través de la hemeroteca de este diario digital.
En 2010 (las cosas de palacio van despacio) nos informaban que las nuevas instalaciones estarían ubicadas en una finca de 30.000 metros cuadrados situada cerca de las instalaciones clausuradas del antiguo vertedero municipal.
Según el proyecto la nueva edificación deberá contar con tres núcleos: Un edificio de gestión y dirección de unos 250 metros que contendrá el área de administración, dirección, atención veterinaria, aula de formación y vestuarios para personal.
Además se añadirán dos edificios de unos 175 metros cuadrados cada uno, con 24 cheniles o receptáculos cada uno de ellos para ejemplares caninos, jaulas para gatos y custodia de animales muertos hasta su tratamiento en punto autorizado.
Como apunte sólo diré que 48 jaulas para atender más de 3.000 animales al año son insuficientes. Y la proporción de metros cuadrados animal/persona salta a la vista: 350 metros cuadrados para animales y 250 para personal.
Muchas personas, al igual que yo, no se terminaban de creer, ya en el 2009, lo que leían e incluso dejaron sus comentarios en el periódico digital.
Las palabras se las lleva el viento pero el texto escrito permanece. Me gustaría pensar que la nueva perrera será lo que nos anunciaban en 2008. Me temo que la realidad nos traerá otra cosa muy diferente.
No debemos olvidar que lo que acoge ese centro son seres vivos que sienten, al igual que nosotros, frío, hambre, ansiedad, abandono…..
Llevándonos el problema fuera, no acabamos con él. El verdadero problema radica en la educación y el respeto. Parece que si no los vemos, no existen, pero la realidad es que están ahí y hay que agradecer que sigue habiendo personas valientes velando por ellos.
Os dejo las imágenes de algunos de los habitantes que actualmente están en la vieja perrera. Si quieres unirte en la labor, adoptando o acogiendo, contacta con Animales Rioja.
TELÉFONOS:
BEA: 665 61 86 27
CONCHI: 665 61 74 36
RAQUEL: 692 62 27 71