Algunos gatos nacen discapacitados; Otros lo son por haber sufrido un accidente o por los efectos degenerativos del envejecimiento. Un gato discapacitado aún puede llevar una vida plena y disfrutarla, si tiene la oportunidad y un dueño comprensivo. Los gatos adaptan su estilo de vida para enfrentarse a su discapacidad con mayor facilidad que la mayoría de los seres humanos; Esto se debe a que con frecuencia desean pasar gran parte de su tiempo descansando.
Un gato que esté ciego de un ojo puede dar manotazos en defensa propia ante movimientos repentinos en su lado ciego. Puede girar la cabeza con mayor frecuencia para compensar el reducido campo de visión. También puede tener problemas con la percepción de profundidad, dado que ha perdido su área de visión estereoscópica (los gatos con un solo ojo suelen echar varias miradas a una silla, etc. antes de saltar a ella, pero memorizan con rapidez la altura de dichos objetos para futuras referencias).
Saruman es un ejemplo de adaptación a su discapacidad. Es un gatito joven, de un año aproximadamente que se encuentra en una de las casas de acogida de la Asociación Protectora de Animales de La Rioja a la espera de un hogar definitivo que lo acepte tal y como es. Es simpático, juguetón (le encantan los juguetes con plumas y su rascador) y muy guapo. Le falta un ojito (creemos que por un perdigonazo), pero eso no le ha impedido hacer una vida normal.
Si quieres conocerlo o informarte de cómo adoptar, contacta con la Asociación Protectora de Animales de La Rioja en el 941.233.500 o en el 679.06.46.46
Si no puedes adoptar pero quieres ayudar, puedes apadrinar a Saruman o a cualquiera de sus compañeros, por sólo 6 euros al mes. Infórmate pasando por la sede (Marqués de la Ensenada 42 bajo, pasaje con calle Villamediana, lunes, miércoles y viernes de 20:30 a 21:30) o en el 941233500 o 679064646