Nyam apareció de repente, de debajo de un coche y algo la impulsó a seguirle como si presintiera que, a partir de ese momento, todo iba a ir bien para ella. Le seguía mientras maullaba bajito y se refrotaba pidiendo atención. Quizá estaba arriesgando demasiado. A veces, la gente no es buena y ya había podido sentir el desprecio en forma de gritos y patadas, a pesar de su corta edad. De todas formas ella, confiada, le seguía. Quizá esta vez fuera diferente. La gente los miraba entre sorprendidos y divertidos pero nadie se acercaba. Algunos no quieren entender.
En un momento, él se agachó y la recogió en sus brazos. Ella le seguía y él no podía mirar hacia otro lado. Cómo dejarla ahí, abandonada a su suerte con lo que había arriesgado para dejarse ver. En plena calle, a plena luz del día y de la forma en que le seguía.
La subió a casa donde ya había otros que un día, como ella, fueron recogidos. Le puso de comer y beber y ella comió y bebió como, en días, había hecho. Reconfortada, se quedó dormida en pocos momentos.
Cuando despertó, era una bolita de puro agradecimiento, ronroneadora y cariñosa. Ahora sabe que acertó cuando decidió seguirle. Está por fin a salvo.
Ella se llama Nyam y tiene en torno a los tres meses de los cuales no sabemos cuántos ha pasado en la calle porque a pesar de la suciedad, es demasiado confiada para haber sobrevivido solita. Es una preciosa gatita carey de enormes ojos verdes que no salen bien en las fotos. Acaba de pasar revisión veterinaria y está perfectamente. Ha habido que bañarla para quitarle la mugre de los coches y se ha portado estupendamente.
Él tiene un corazón inmenso y ahora busca un buen hogar para la pequeña Nyam, a ser posible en la ciudad de Elche que es dónde viven. Si quieres ampliar información contacta con arlo_aguirre@hotmail.com