Los perros, en general, no tienen malos comportamientos. A veces no responden, incluso si sus dueños están tratando de enseñarles a obedecer algunas órdenes simples. Simplemente, estos perros son testarudos. Es común que, muchos propietarios terminen abandonando a su perro en perreras, porque ya están hartos, o ya no pueden comprender el comportamiento del perro.
Estas cosas se podrían haber evitado si el entrenamiento de obediencia hubiese sido aplicado. La mayoría del entrenamiento de obediencia en perros, se utiliza para crear una base desde la que el perro y propietario aprenden a relacionarse entre ellos y el perro aprende, además, a relacionarse con otros perros y seres humanos.
Por otra parte, el entrenamiento de obediencia también es empleado para ayudar a modificar la conducta de los perros que se comportan mal. Es una manera de incorporar la disciplina en el comportamiento del perro. Este tipo de formación le hace darse cuenta de que ciertos comportamientos no están permitidos y que no debía actuar de esa manera.
Cuando el entrenamiento de obediencia se incorpora en la educación de un perro, comprobaremos que rápidamente será capaz de responder al tipo de comportamiento correcto que se espera de él.
En la mayoría de los casos, puede ser mucho más fácil tener un adiestrador profesional o una escuela de obediencia para enseñar la forma correcta de seguir un orden. Sin embargo, el dueño del perro tiene que participar activamente de la educación del animal pues sin su implicación, el entrenamiento estará abocado al fracaso.
La protagonista de hoy es Adriana una preciosa cachorrita de unos 10 mesecitos. De tamaño mediano, pesa unos 10kg, es muy buena, se lleva bien con otros perros y es muy cariñosa.
Si quieres informarte de cómo adoptar contacta con la Asociación Protectora de Animales de La Rioja en el 679.06.46.46