Los cachorros deben habituarse a la manipulación. Será necesario para afrontar con confianza su vida y todas las situaciones importantes que protagonizará (veterinarios, peluquería…). Además de disfrutar del contacto, evitaremos un elevado nivel de estrés en dichas situaciones.
Es importante conocer las zonas que le son más agradables al perro. Suelen ser la zona del pecho, los cuartos traseros y el lomo. No se debe nunca pegar tirones de orejas y de rabo y nunca coger del morro al animal (les incomoda enormemente).
En edades tempranas es imprescindible que el cachorro sea tocado y manipulado con frecuencia, sobre todo en las zonas sensibles como son las orejas, las patas, las almohadillas, el hocico y la zona del cuello. Si no desensibilizamos estas zonas, en el futuro se puede producir una reacción defensiva en un perro adulto. Un cepillado diario, así como un examen de dientes y orejas semanal serán buenos ejercicios.
Zor y Tor son dos peques de mes y medio que necesitan un buen hogar. Están en el momento ideal para socializarse totalmente.