En nuestra cultura, nuestro ritual de saludo es estrecharse las manos. En el comportamiento canino, los perros van saltando de un sitio a otro excitados, se lamen y se olisquean entre ellos.
El origen de saltar para saludar aparece durante la infancia, cuando los cachorros, saltan para lamer la boca de los perros adultos. Este comportamiento provoca la regurgitación de la comida para que los cachorros puedan comer.
Los cachorros conservan en la edad adulta este comportamiento de saltar y lamer a modo de saludo sumiso. Como los humanos nos vamos y volvemos constantemente, siempre están necesitados de estos rituales. Tendemos a permitir que los cachorros salten cuando son pequeños, la mayoría de las veces hasta nos hace gracia pero si no lo controlamos, se puede convertir en un problema cuando crecen. Para prevenir este comportamiento, natural en el perro pero, potencialmente problemático en su convivencia con el ser humano, podemos aplicar técnicas de adiestramiento que redundarán en una relación más beneficiosa entre ambos.
Dama es una schnauzer de seis meses de tamaño mediano que busca hogar. Es cariñosa y buena. Tiene la energía propia de los cachorros pero sabe controlarse en el momento que se lo piden.