Seguro que esta situación os pasa muy a menudo a los que tenéis gato en casa. Es algo muy común pues, de todos es sabido, que nuestros mininos son unos personajes extremadamente inteligentes y sensibles a la vez. Y la lectura, les encanta. O por lo menos, les encanta ejercer su poder para dejarnos leer sólo cuando a ellos les interesa.
Ayer fue una de esas tardes. Decido ponerme a estudiar un rato, pero mi gata decide, por su parte, que es el momento ideal para que le haga caso y la mime un rato.
Y, mi gata en concreto, se encarga, siempre, de dejármelo muy clarito utilizando todos los recursos a su alcance. Primero maullando en tono lastimero, luego restregándose contra el lomo del libro, plantando sus patitas sobre las páginas e, incluso, acostándose encima del ejemplar. Y no se trata del celo de las gatas, porque está esterilizada desde la pubertad. Se trata del poder de atracción que ejerce el papel sobre los gatos. Está demostrado que si dejas un taco de papeles sobre la mesa, rápidamente vendrá un gato a tomar posesión del montón y costará un buen rato quitarlo de encima.
Mi gata continuaba con su tarea titánica de reclamar mi atención a toda costa, en detrimento del volumen que pretendía estudiar. Yo la miraba entre divertida y curiosa por averiguar qué poder oculto encierran las páginas de un libro para que, según las ve, se sienta atraída irremediablemente a tumbarse encima.
En esos momentos, no hay nada que hacer. Por mucho que intentes quitarla de encima, vuelve una y otra vez, empeñada en no dejarme en paz hasta salirse con la suya ¿Os suena?
Al final te rindes. Dejas que marque el libro con su olor. Que se refrote. La acaricias, la mimas y ella sigue con su tarea de “apropiarse” del nuevo libro con su olor. Toda la casa es suya pues lleva su marca (y yo, por supuesto, también).
Una vez satisfecha su curiosidad, decide dejarme estudiar y aprovecha para acurrucarse en mis piernas haciéndose un ovillito mientras yo continúo la tarea, procurando no moverme mucho para no despertarla. Y encima, me siento feliz de que mi preciosa gata decida compartir su tiempo conmigo.
Mi gata me tiene totalmente domesticada.