Hoy iba a hablar del ronroneo del gato y de sus cualidades terapeúticas, científicamente demostradas recientemente, pero ayer me sucedió algo fantástico que necesito compartir con todos vosotros. Del ronroneo, hablaré el lunes.
Ayer asistí al nacimiento de los cachorros de Pompas, una de nuestras últimas acogidas. Estaba avanzada aunque no sabíamos fecha exacta- Fue de pura casualidad que estuviera en ese instante, si, pero allí estaba yo, maravillada ante la belleza del momento.
Uno tras otro, los pequeños fueron llegando a este mundo, mientras su madre, gracias al instinto maternal del que les dota la sabia naturaleza, sabía exactamente que hacer. Yo muy quieta, tan solo miraba y me encargaba de que el lugar donde depositaba a sus recién nacidos estuviera lo más seco y confortable posible. Nana, nuestra pequeña podenca también acogida, miraba desde un rinconcito y dejaba hacer a la madre, en silencio, quieta consciente de la importancia del momento.
Una vez finalizado el trabajo y, ya extenuada, Pompas, se acurrucó con sus retoños, en la camita recién preparada, seca y tibia, lamiéndolos suavemente y acercándolos al alimento. En ese momento aproveché para hacer el recuento. Nuestra campeona ha dado a luz siete preciosos machos. Tres marrones clarito, uno oscuro, uno negro y dos negros y blancos. Son pequeños, redonditos y frágiles. Hasta dentro de unos diez días ni podrán ver ni oír. Tan solo les guía el tacto y el instinto natural hacia el calor de su madre. Son chiquitos y preciosos.
Tanto la mami como los cachorros están estupendamente y deseando conocerte. Anímate, acoge, adopta.
Asociación Protectora de Animales de La Rioja. 679.06.46.46
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