Ayer estuvimos de nuevo con Bart (antes Jacko). Han pasado dos semanas después de su rescate y sigue teniendo mucho miedo, sobre todo de los humanos. Sin embargo, reconoce a su familia de acogida, su lugar de descanso y a sus compañeros caninos. Espera a que salgan el resto de perros al patio y va con todos ellos como uno más.
En esos momentos, lo ves feliz, agitando alegremente el rabo y moviéndose cómodamente entre todos sus compañeros, integrado en su familia canina. Pero aún queda mucho camino que recorrer para recuperarlo. Sigue necesitando tiempo y paciencia para entender que la vida no es únicamente lo que ha conocido hasta hace poco tiempo. Que hay más cosas que pasar el día encerrado en una jaula sin contacto humano. Ahora está aprendiendo lo que es una caricia, una chuchería, el juego, los paseos al sol y la libertad de estar suelto junto a otros perros.
Empieza a salir fuera de la finca, tutelado por una perra mayor y sabia que hace las veces de guía y cuidadora. Y Bart se deja hacer. No busca escapar ni huir. Simplemente, se deja llevar por el resto del grupo.
Ayer pasó nueva revisión veterinaria con nota. Ya está totalmente desparasitado y, a sus seis meses, pesa 14 kg. Por lo que no crecerá más.
Aún es pronto para buscarle adopción pero, desde estas líneas, quiero agradecer la labor de su casa de acogida, de toda la familia que está pendiente de él todos los días y que lo tratan como a uno más de sus perros aun sabiendo que el camino que hay por delante, es duro. Pero ayer todos veíamos a Bart y pensábamos lo mismo. Sus ojos trasmiten mucho, sobre todo ganas de salir adelante. Solo hace falta tiempo. Y eso, además de mucho cariño, podemos dárselo.
Si quieres saber más sobre Bart, no dudes en escribir a rosamrol@gmail.com
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