Muchas veces nos sobra pan que, de un día para otro, se pone duro resultando inservible. Tu perro puede aprovecharlo con una doble finalidad pues le sirve como juguete y como cepillo de dientes natural
Cuanto más duro, mejor. Un trozo duro supone un excelente entretenimiento con el que puede estar hasta horas mordiendo y royendo. Mientras disfruta con su nuevo juguete, aprende a respetar el mobiliario. La necesidad de morder y roer es algo natural en el perro. Si queremos nuestra casa a salvo, debemos ofrecer un sustitutivo adecuado como, por ejemplo, el pan.
También ayuda a mantener limpios los dientes del perro ya, que ejerce un efecto abrasivo. Ofrecerle pan duro de forma habitual, colabora en la limpieza, pero hay que tener en cuenta que, en ningún caso, debe sustituir la higiene bucal de tu perro.
A Nana le encanta el pan. Es una perrita de unos dos años y tan solo 9kg de peso. La rescatamos atada a un remolque donde la habían abandonado a su suerte. Es sociable y cariñosa con personas, perros de todo tipo y tamaño y gatos. La semana pasada fue esterilizada y ya está totalmente recuperada como veis en las fotos.
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