Hace un par de días comentaba la importancia de la socialización temprana en perros puesto que, a mi forma de entender, es el periodo de desarrollo más importante y de él, depende en gran medida, el comportamiento social de nuestro perro cuando llegue a la edad adulta.
Me voy encontrando con muchos perros jóvenes y adultos con conductas de miedo, de evitación y de escape hacia todo lo que desconocen. Para nosotros pueden parecer situaciones normales (tráfico, personas, máquinas…) pero para el perro, suponen todo un reto al no estar familiarizado con ellas. Estos déficits de socialización se hacen más evidentes según madura el perro y aumentan los miedos hacia todo aquello que le es desconocido.
Un cachorro hasta las 12-16 semanas es un libro en blanco. No teme a nada y, al igual que con los niños, tenemos que velar por su seguridad porque se puede meter en problemas de pura valentía innata. Si invertimos en él el tiempo suficiente para que conozca la mayor cantidad de estímulos diferentes, estaremos sentando las bases para un adulto equilibrado y social. Cuando crezca, tendrá la habilidad de investigar nuevos estímulos sin ningún miedo y podrá soportar situaciones de estrés con mayor facilidad.
En algunos casos, los perros llegan a los hogares ya adultos (adopciones, acogidas…) y podemos encontrarnos con éste déficit de socialización por haber crecido en un ambiente pobre de estímulos. Con cariño, paciencia y, sobre todo, tiempo, podemos ayudarle a superar los miedos y hacerse un hueco en nuestra sociedad de ruidos, movimiento y gente.
A continuación, os dejo una lista de situaciones importantes para exponer a tu cachorro en el periodo de socialización:
La protagonista de hoy es una cachorrita recogida en Daroca de Rioja que necesita un hogar donde crecer feliz. Está en la edad ideal para empezar a trabajar la socialización y convertirla en una adulta feliz. Infórmate de cómo adoptar en el 679.06.46.46