Con las temperaturas que venimos sufriendo, debemos extremar las precauciones durante los paseos. En la medida de lo posible, limitad el paseo por asfalto ya que acumula el calor y puede dañar las almohadillas del perro. Tanto si paseáis por ciudad, bosque, campo o playa recordar llevar agua para vosotros y vuestro perro.
Los perros no pueden regular su temperatura mediante el sudor pues carecen de glándulas sudoríparas extendidas por el cuerpo -como en el caso de los humanos-. Ellos sólo pueden regular su temperatura mediante los jadeos y el sudor que eliminan por las almohadillas de sus patas. En los días de mucho calor o en los traslados en coche, esta regulación puede no ser suficiente y se presenta el temido golpe de calor, que puede resultar mortal, pues acaba con las reservas de azúcar y sales del cuerpo del perro. En perros braquicéfalos (perros con nariz muy chata, como el Bulldog inglés, el francés, carlino o pequineses), en canes obesos, con problemas cardiacos o ejemplares con mucho pelo, al tener dificultades en la respiración unos y dificultades en perder calor otros, el riesgo es mucho mayor, sobre todo por ejercicio en días calurosos.
Es preciso adaptarnos al ritmo de nuestro perro y realizar cuantas paradas sean necesarias. Procurar aprovechar las zonas de sombra, haced pausas para refrescaros. Con calor, mejor paseos cortos entre 30 o 45 minutos y, en la medida de lo posible, cuando no haya sol o esté muy bajo si es por la mañana.
ADOPTA UN ABUELO: Este peque lleva más de un año en acogida buscando su hogar. Por favor difusión, merece el calor de una familia y tiene mucho que aportar, es muy buen perro.
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