Seguro que os habéis fijado en el interés, a veces obsesivo de nuestro gato doméstico, por la caza de todo pequeño ser volador que entre en casa, mosca, mosquito, polilla… No se trata de una necesidad alimenticia, como podría serlo en los gatos silvestres que han de sobrevivir por si mismos, sino que es la respuesta a un instinto que siempre está presente en los innumerables juegos que viven a diario. La caza como juego.
El juego para el gato, desde su más tierna infancia, es muy útil para algo más que “pasar el rato”. Nuestro gato domestico tiene la particularidad de mantener su interés por el juego durante toda la vida.
La razón por la que puede pasar horas acechando una mosca para terminar cazándola es que, nosotros, los humanos, nos preocupamos por que tenga todas sus necesidades básicas cubiertas. Nuestro gato mantiene el comportamiento infantil del juego de acecho, persecución y caza, se coma o no a la presa.
Para él es una forma de pasarlo bien, sentirse a gusto en su territorio que es su casa y, en cierta medida, de mantenerse en forma.
El gato protagonista de hoy fue recogido en la zona de Valdegastea, en el parque de los Enamorados de Logroño, el día 8 de agosto. Está gordito, limpio y cuidado. Es muy sociable y cariñoso por lo que pensamos que se ha podido perder de su hogar. Si lo reconoces o quieres adoptarlo, contacta con el teléfono 620667498 o el correo ena1009@hotmail.com