Mis gatos no dejarán de sorprenderme nunca. Llevo más de una década conviviendo con ellos y, cada día aprendes algo nuevo.
Especialistas en trasmitir sentimientos y estados de ánimo con sus expresiones faciales, con el movimiento de las orejas y, especialmente, con sus maullidos. Uno diferente para cada situación (comida, mimos,….) y cada gato con un registro único e inconfundible que los hace fácilmente reconocibles.
Son unos grandísimos maestros y, a poco que queramos escucharles, tienen un montón de cosas que contarnos. Porque ellos, al igual que nosotros, tienen sentimientos. Saben apreciar a quienes les quieren y evitar a aquellos que no conoce. Nunca verás a un gato enfrentarse a una persona desconocida, salvo que se trata de un gato acorralado y sin otra salida que el enfrentamiento directo o que sea una madre gata, defendiendo a sus cachorros.
No son huraños como se piensa. Saben ser independientes pero extremadamente cariñosos y pegatinas si tienen la ocasión y la persona ideal al lado. Pueden establecer fuertes vínculos con los humanos y con el resto de animales de la casa. En casa con varios gatos puedes ver fácilmente como se crean grupos sociales entre ellos. Aunque sean gatos de diferentes procedencias, se terminan comportando como hermanos. No sucede siempre pero sí en muchísimas ocasiones y los puedes ver durmiendo uno encima del otro o acicalándose mutuamente.
Si quieres conocer más sobre ellos y cómo prevenir situaciones de estrés, este sábado tenemos un taller especial donde podremos aprender muchas más cosas sobre nuestros gatos, compartir experiencias, trabajar con casos reales…. Y pasar un rato estupendo hablando de nuestro tema favorito.