Recibir a un nuevo miembro de la familia es siempre una gran alegría y emoción para todos. Si tenemos idea de adoptar un cachorro, debemos saber que no conviene separarlo de la madre demasiado pronto, con la excusa de que se haga a nosotros lo antes posible. Lo que aprenda de ella y sus hermanos, será determinante para el resto de su vida. Desgraciadamente, no en todos casos podemos cumplir esta premisa, pues hay demasiados huérfanos que, prematuramente, que necesitan un hogar.
Cuando el cachorro llegue a casa, ten en cuenta que la nueva situación le generará cierto estrés, puesto que tendrá que acostumbrarse a un nuevo hogar, a nuevas normas de convivencia y a una nueva familia. Dale la máxima tranquilidad, mucho cariño, comprensión, espacio vital y libertad para investigar su nuevo entorno y acostumbrarse a él.
Todo es nuevo: olores, ruidos, objetos… ¡Déjale explorar por las diferentes habitaciones y permítele que husmee sin reñirle!
Hasta que se acostumbre al nuevo hogar convendrá que pueda disfrutar de tu presencia y compañía en todos los momentos posibles, pero no de una atención continuada.
El perro es un animal social y al sentirse solo, lejos de su madre y hermanos, se encontrará perdido y en peligro. Podemos ayudarle a superar la sensación de soledad:
Deberá aprender gradualmente a experimentar momentos de soledad para que en un futuro no muestre comportamientos destructivos cuando se quede solo en casa.
Los cachorros de Roly ya han llegado al mundo. Apenas tienen horas y son siete. Ahora necesitan de su madre, calor y cariño pero en breve, tanto ella como los siete pequeños, necesitaran buenos hogares para continuar creciendo sanos y equilibrados.
Tfno: 679 06 46 46