Muchas personas no tienen claro que los gatos pueden sufrir muchos de los problemas que tenemos los humanos, incluyendo la depresión. Puede no ser fácil reconocer los síntomas de este mal, en los gatos, ya que son animales por lo general tranquilos y que tienden a dormir muchas horas. Sin embargo, hay algunos cambios claves en el comportamiento de un gato, que pueden indicar que está sufriendo de depresión.
Si detectas cambios en el patrón del sueño de tu gato, es decir si, de repente le da por dormir más o menos de la cuenta sin que venga a cuento. Si está más apático de lo normal, no sale a recibirte y no le emociona ni su comida preferida.
Si de repente pierde el interés en el juego o en sus actividades favoritas, también podemos sospechar que algo no va bien.
En todo caso, se hace necesaria una visita al veterinario que descarte problemas de salud y, en su caso, una consulta al profesional de comportamiento para ayudar a nuestro gato a salir de la espiral de tristeza.
Astón no es un gato deprimido. Es un gato normal que busca un hogar. Fue rescatado de la calle a donde había llegado, casi con toda probabilidad, víctima del abandono, pues es demasiado cariñoso para haber sobrevivido mucho tiempo.
El que decida incorporar a este precioso panterito a su familia, no se arrepentirá.
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