Siempre me han gustado las gatas careys oscuras pero, a pesar de llevar un montón de años ayudando a gatos y haber sido casa de acogida y adoptante de otros tantos, nunca he tenido una en mi hogar. Y mira que me parecen especiales y están rodeadas de una bonita leyenda que ya conté hace tiempo.
Vega es una de esas gatas especiales que se cruzan en tu vida. Pequeñita y menuda, nació en la calle y estaba destinada a vivir en ella hasta que le pasó algo que cambió su suerte para siempre. No llegó siendo la más guapa ni la más cariñosa. De hecho, llegó hecha un trapito sin que nadie supiera qué le había ocurrido pero con la certeza de que había sufrido muchísimo y que aún quedaba mucho que hacer para recuperarla.
La infección se la comía viva, tenía quemaduras por buena parte de su cuerpo, probablemente por haber caído encima de algún depósito de calefacción o algo parecido. El caso es que nadie quiso mirar para otro lado. Unas chicas la recogieron y la cuidaron con la tutela de Esperanza Felina que, rápidamente se dispuso a ayudar. Veterinarios, consultas, curas… todo se quedaba escaso para esta pequeña superviviente que, contra todo pronóstico, seguía adelante, luchando.
Desde Noviembre, vive en el Pisito-Refugio de Esperanza Felina. Me consta que está siendo un trabajo muy duro para los voluntarios pero, el trabajo, el cariño, los cuidados y las visitas al veterinario, van dando sus frutos. Sigue en tratamiento y con cuidados de cuarentena, pero ya reconoce a los voluntarios, los busca, y hasta la hemos visto empezar a jugar…
http://www.esperanzafelina.com/archives/6668
Así que hoy, por ser San Antón, patrón de los animales, mi deseo sería un buen hogar para ella.
Para adoptar a esta gatita escribid a adopcionesesperanzafelina@gmail.com