Nadie enseña a sentarse a un perro. Los perros saben sentarse al poco de nacer. Es una forma cómoda de observar el mundo y aprender. Por eso, ellos mismos adoptan, de forma inconsciente, esa postura.
Cuando educamos a un perro, el objetivo es poner señal a determinados comportamientos naturales del perro como sentarse o tumbarse, de modo que podamos usar esa señal en los momentos que nos interese que el perro adopte determinada postura ya sea porque estamos con más gente y necesitamos que el perro esté tranquilo o por la seguridad del propio perro. Y no hablo de órdenes, hablo de señales ya sean gestuales o verbales. Me gusta trabajar a favor del perro ya que para mí es un compañero. Orden significa autoridad y yo creo más en la colaboración.
Por eso, al empezar a trabajar con un perro, es importante recordar que ya cuenta con unas habilidades naturales y que, de nuestra capacidad y pericia, depende desarrollarlas.
Logan es un perro magnífico que sigue buscando un hogar. Sociable, busca la palabra amable y la caricia y se deshace en mimos al encontrarla.
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