Hay un comportamiento que, algunos perros, repiten a menudo a la hora de volver a casa para disgusto de sus humanos. No hay nada más frustrante para un propietario que llamar al perro y, o bien, que haga caso omiso de la llamada o que vuelva corriendo pero, pase de largo rodeándolo y zafándose de la mano que lo intenta sujetar.

Este tipo de comportamiento es frecuente en perros que no han sido educados convenientemente en la llamada y que relacionan, con acierto, llamada con fin de la diversión (paseo, olores, otros perros, juegos…..)

Para evitar que tu perro cree esta asociación, generando tu malhumor, es preciso acostumbrar al perro a volver de vez en cuando a nuestro lado, premiándole por ello y dejándolo marchar de nuevo. La llamada debe empezar a practicarse en casa como un juego. Todas las actividades divertidas y placenteras, generan una mejor respuesta. Aconsejo, de vez en cuando, sujetar al animal por el collar unos segundos, para acostumbrar al perro al contacto. Una vez perfeccionado en casa, la prueba de fuego siempre es la calle. Si no creas un buen vínculo con tu perro, de forma que seas lo más atractivo para él, es difícil que quiera acudir a tu lado. En ese caso, competir con el resto del parque y de todos los estímulos que le ofrece a nuestro perro, se convierte en una tarea imposible.

Hay talleres específicos para acostumbrar a nuestro perro a acudir a la llamada y a pasear sin tensión. Los paseos de socialización son otra buena forma de reforzar la relación perro-humano.

http://perrygatos.es/talleres/andar-con-la-correa-sin-tirar/

Este es Sugar. Un podenco abandonado a su suerte, recogido en la zona del Hospital de Calahorra. Busca mimos y qué le acaricies. Es macho y rondara el año de edad.

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