Me gustan los gatos, independientemente de su color. Sin embargo, resulta difícil encontrar hogares a los panteritos o, lo que es lo mismo, a los gatos negros, por la leyenda del mismo color, que llevan asociada.
Resulta curiosa la evolución en la historia del gato negro pues, de ser un animal sagrado en el antiguo Egipto, pasó a estar asociado a la brujería y al mal en la Edad Media hasta el punto de ser símbolo de malos presagios y por ello, perseguido y masacrado. Siempre nos preguntamos, ¿Qué de cierto tiene todo esto? ¿Realmente trae mala suerte cruzarse con un gato negro?
Absurdas supersticiones llevaron a la muerte a miles de gatos negros que, aún en nuestros días, conservan la fama de portadores de mala fortuna. Sin embargo, hoy rompemos una lanza por los gatos negros y os contamos otras leyendas que nos presentan a los gatos negros como símbolos de buenos augurios.
Sinceramente, pienso que la buena o mala suerte no depende de un gato sino de nuestra actitud ante las oportunidades que nos da la vida y que no podemos pretender responsabilizar a un animal de nuestra fortuna.
Hoy os presento a Eros, un precioso panterito que tuvo la fortuna de estar en el camino de una persona que le salvó la vida puesto que lo recogió muy enfermo, desnutrido y deshidratado. Ahora está totalmente recuperado y listo para encontrar una familia que lo acepte tal y como es.
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