Llevamos una semana de gatos. Ahora que estamos en plena época de camadas, y a pesar del tiempo que hace, es posible que te encuentres algún gatito huérfano en la calle, tan pequeño que ni siquiera pueda comer por sí solo. Con unos conocimientos básicos y un poco de esfuerzo por tu parte, muchos de ellos sobreviven y se convierten en preciosos gatos.
Lo primero a tener en cuenta antes de nada, es procurar al gatito un lugar caliente. A pesar de las temperaturas veraniegas, el pequeño no es capaz de regular la temperatura corporal por sí solo y necesita de la ayuda externa para mantener el calor. La temperatura normal de un gato es más elevada que la nuestra (Entre 38-39 ºC). Nuestro mismo regazo puede servir de primeras y, una vez en casa, una mantita o incluso una bolsa de agua caliente protegida por una toalla para evitar quemaduras, nos hará las veces de calor maternal.
El segundo paso, si el gatito aún no tiene dientes y no puede comer por sí solo, es procurarle leche maternizada.
Estos cuatro peques acaban de perder a su mama, un gata de colonia que encontraron atropellada. Ahora están en acogida a la espera de buenas familias y hogares. Son divertidos y curiosos como buenos cachorros y con un poco de tiempo y dedicación se convertirán en estupendos gatos de compañía.
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