Desde que nace, el gatito tiene un sentido del olfato muy desarrollado que le sirve de contacto con su madre y con el mundo, ya que nace sordo y ciego.
En este primer contacto, es especialmente influyente la presencia de un órgano que sólo tienen los gatos, los perros y los conejos: El órgano vomeronasal o de Jacobson. Se trata de un minúsculo conducto que parte de la bóveda del paladar, y que posee doscientos millones de células sensoriales especializadas. Este órgano permite al gato reconocer las sustancias químicas presentes en el aire, clasificarlas, y diferenciarlas correctamente.
Los gatos, además de poseer su propio olor corporal, como todos los mamíferos, poseen una serie de glándulas cutáneas que segregan sustancias aromáticas. Estas glándulas se encuentran en las mejillas, la barbilla, la planta de los pies, el dorso, la raíz de la cola, además de las glándulas anales y genitales.
En los grupos sociales de gatos, estas sustancias aromáticas se comparten entre todos los miembros para establecer la pertenencia al grupo. Para ello se utilizan unas formas de contacto muy características, como el roce de cabezas, de dorsos, frotarse con un poste, pasar el lomo bajo la barbilla de un compañero, etc.
Cuando un gato se frota contra tí, cuando llegas de la calle, en realidad está compartiendo su olor contigo para que huelas como debe ser, a casa.
Dora es una preciosa gatita de no más de 2 años. Es una gata domestica que ha sido abandonada por lo que la calle no es lugar para ella pues no sabría sobrevivir y menos sus cuatro cachorros de 24 horas. Se ha conseguido una acogida de una semana pero necesitan adopción. Contacto: lauraochoagrande@gmail.com