La reverencia de juego es una muestra interesante del lenguaje corporal canino. Es fácil de identificar pues el perro muestra las patas delanteras apoyadas en el suelo y la parte trasera del cuerpo elevada. Con esta postura afiliativa, el perro facilita las relaciones con otros perros y disminuye la distancia de seguridad. Casi siempre anticipa diversión.
Blas es un perro de lo más sociable. Tiene año y medio. Llegó con mucho miedo pero día a día vence sus propios límites y la timidez inicial va dando paso a un perro genial al que le encanta agradar y que le presten atención. De tamaño mediano, es ideal para un piso. Está aprendiendo a andar con la correa y algunas habilidades. Se lleva estupendamente con otros perros y con gatos.
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