El juego y el uso de juguetes, son realmente útiles a la hora de educar a nuestro perro puesto que hace uso su instinto de caza.
Realmente, el perro considera al juguete una posible presa y como tal, al iniciar la actividad escuchará, observará, olfateará y se dirigirá hacia ella. Una vez localizada, acechará, perseguirá, agarrará y sujetará. Según el tamaño, la intentará derribar (si es un juguete grande) o la sujetará entre los dientes sacudiéndola repetidas veces emulando la caza.
Esta misma pauta se repite cuando nuestro perro persigue un disco, juega al tira y afloja con nosotros y un nudo, o muerde un palo que ha encontrado en el paseo.
Si vamos a usar juguetes como recompensa en determinadas fases del aprendizaje de nuestro perro, debemos tener en cuenta que hay que guardarlos tras finalizar la actividad para que sigan siendo especiales y estén unidos a ese juego en concreto.
Y no olvidemos que, para cualquier perro de casa, el mejor aprendizaje se realiza mediante el juego. Si no se divierte, no querrá participar de nuevo.
Paul tiene un año y adora jugar. Este simpático y activo perrito pesa apenas 10 kg. y se lleva bien con perros, personas y gatos. Adora jugar, los mimos y la compañía. Ideal para convivir en una casa y compartir divertidos paseos y actividades.
Contacto: dan.asociacion@gmail.com