En el tema de la educación, no se puede cargar la responsabilidad únicamente en el perro. No se le puede pedir que haga algo que no le hayamos enseñado previamente y se haya fijado de forma coherente. Sería como tratar de echarle la culpa cuando algo no nos sale bien, simplemente porque estaba al lado. Tan importante es desear tener perro como evaluar nuestra capacidad para hacernos cargo de todo lo que implica: Además de alimentación y cuidados veterinarios, todo lo relativo a vivir en sociedad como enseñarle a pasear, a comportarse de manera adecuada en espacios públicos…, a saber estar, en definitiva.
Elegir el compañero más adecuado a nuestro estilo de vida resulta fundamental y hemos hablado en anteriores artículos sobre ello. Sin entrar al tema y, simplemente, por poner un ejemplo, no conviene elegir un perro muy activo, si somos más de sofá y manta. Sería una relación condenada al fracaso casi desde el principio.
Aprender las pautas más básicas como pasear sin tensión, llamarlo de forma efectiva y ciertas habilidades básicas, puede ser un trabajo relativamente fácil si tienes mucho empeño o te pones pronto en manos de un buen educador profesional, que te ayude a conocer a tu animal y su naturaleza, sus necesidades y, sobre todo, a ser consciente de tu propio lenguaje corporal frente a tu perro.
Procura facilitar las cosas y ayudar a que el perro acierte. Él aprenderá antes y ambos disfrutaréis de la experiencia.
CHELU es un guapo podenco de solo año y medio, de tamaño mediano (50 cm hasta la cruz) . Es súper sociable, pacífico y bonachón. Solo quiere jugar y agradar y se lleva estupendamente con gatos.
No pierde la esperanza de salir de encontrar a una familia para dar y recibir todo el amor del mundo.
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