Uno de nuestros mayores fallos en la relación con nuestros perros es que nos convertimos en sargentos diciéndole a cada paso qué debe y que no debe hacer. “Ven aquí”, “siéntate”, “estate quieto”, “cállate”…..mientras el pobre bicho nos mira con cara de circunstancias y seguro que piensa eso de “A ver si se decide…” […]