En cierta etapa de la educación básica, tu perro ya conocerá varias señales diferentes (sienta, tumba, patita…) pero es más que probable que los confunda si no los tiene suficientemente interiorizados y, ante la promesa de comida o juego, te ofrezca todo el repertorio de habilidades que conoce, independientemente de la que le hayas pedido (el perro sabe que en una de ellas, seguro que acierta).
Esto no quiere decir que tu perro sea tonto, testarudo o desobediente. Simplemente, necesita practicar más para aprender a discriminar entre lo que ya conoce y para eso, precisa de tu ayuda. Sesiones cortas de entrenamiento, progresivas, ayudándolo al principio e introduciendo, poco a poco, más dificultad, a medida que el perro aprende.
No debemos perder de vista que lleva tiempo y, a veces, deberemos rebajar la exigencia, si vemos que, nuestro perro, no termina de pillar lo que queremos.